Una caminata sobre puentes colgantes una tarde cualquiera de octubre. Las nubes que corren presurosas a ninguna parte y los lunares de la espalda de Cecilia, todo conformando un gran paisaje renacentista.Un mantel sobre el pasto, ambos abrazados y jugando con nuestros dedos. Cecilia ríe; yo la beso.
Cecilia es la mujer que amo hoy. Con esto quiero decir que es la contemporánea de mi amor, de mi sentimiento vital. Pero eso es algo mutable; no lo fue en un pasado y quien sabe si seguirá siendo en un futuro distante o cercano.
Cecilia estudia arte, de ahí la referencia anterior a los paisajes renacentistas. Es curadora de exposiciones pequeñas y de artistas no conocidos en el mainstream, pero no dudo de que algún día será muy buena en su trabajo. Ella es del tipo de persona que hace todo simple, sin esfuerzo, pero que cada acto es de una genialidad y belleza impresionante.
Yo soy el amante. Ella tiene dos hijos y está casada desde hace tres años, ahora está embarazada de dos meses.
La televisión , la cultura de masas, es lo que quedó de cierto tiempo moral anterior al nuestro. Anterior por unas pocas generaciones que volcaron sus ideas en el arte, pero estas ideas ahora son las que nos influencian. La moral victoriana es el espejo que distorsiona las necesidades afectivas de nuestra época, dice Cecilia, convencida pero hablando pausadamente. De su boca, aparte de las palabras sale aroma a ella. Es un olor especifico, particular, que me inunda.
Cuando dormimos abrazo su cuerpo desnudo. Encuentro en contar los lunares de su espalda el entretenimiento para pasar las horas de insomnio. Rara vez ella se despierta de noche, y yo me entretengo viendo como se infla su pecho, y como todo su cuerpo se acompasa en un ritmo lento e invariable. Siempre duerme profundamente. Dice que sólo le pasa cuando duerme conmigo, que no le alejo el sueño como sus otros amantes. Usa la palabra chongo para hablar de mi.
Hace tres meses comprendí que enamorarme de ella era, es, un error. Lo descubrí cuando fui a una de sus exposiciones. Luego fuimos a un bar con todos sus amigos. Ella esa noche no durmió conmigo. En ese instante, cuando la vi coquetear soltándose el pelo y mirando de costado mientras sonreía, entendí lo nocivo para mi que significaba el amor que sentía, siento, por ella. El acto de comprender no evita que no actuemos de acuerdo a nuestra voluntad. Fuerzas oscuras y poderosas, como el amor, nos motivan a sumergirnos en abismos profundos.
Nunca le dije que la amaba. Sabía que tal confesión pondría fin a nuestros encuentros. Prosigo con la rutina de nuestros encuentros semanales, nuestras salidas al campo, nuestras cenas y películas.
Cecilia no sabe que espera un hijo mio. Fui lo bastante cauto como para que no se de cuenta. Espero que el hijo que vamos a tener nos acerque. Espero que en él se dé la superación de nuestras limitaciones: la imposibilidad de amar , la imposibilidad de no hacerlo.
En la creación, dice mientras fuma desnuda en la cama, está la superación de los miedos. Solo siendo libres se puede crear, y solo se es libre cuando no se tiene miedo. Habla de Baudelaire.
(Y el verdor y la primavera tanto hirieron mi corazón, que castigué sobre una flor la osadía de la Naturaleza).
Tuve que esperar a conocerla para descubrir lo que soy capaz de hacer por amor. En el fondo del abismo de cada uno, muchas veces, se esconde lo inimaginable.
Nuestro hijo seŕa una breve luz de esperanza en algo que sabemos está condenado a la oscuridad. Nuestra experiencia es para él. Llenará los huecos que anidan nuestros cuerpos y será feliz donde nosotros no pudimos.
Cecilia se viste, luego se desnuda y vuelve a la cama. Se queda hasta el otro día, dice. Me abraza, y ahora, un escalofrío recorre mi cuerpo. Noto el amor de ella como una experiencia nueva y me doy cuenta de que también para ella es algo nuevo.
Aun no sabe que el hijo que espera es mio, no lo sabe conscientemente. Ya es tarde cuando interpretamos lo que sentimos. Ya ha pasado por todos los filtros de los sentidos y se convirtió en pensamiento, en concepto alejado del mundo. Cuando estamos felices, cuando todo es perfecto, es cuando no pasa por ese filtro, forzado a encajar en limitaciones conceptuales.
El mundo que se levanta delante continuará invariablemente, trascenderá lo que pensemos. Solo lo inmutará lo que sentimos. Así empezó el juego de miradas insinuantes que termino con los dos en la cama la noche que la conocí. Fue una fuerza de tal violencia que pensé que arrastraríamos objetos con nosotros. De ahí mi creencia en que eso no pudo tratarse de un cruce cualquiera, uno de tantos millones que ocurren a diario en las calles, sino que tiene que estar cargado del peso de todos esos encuentros fugaces que nunca se concretaron, y, en tal caso, que el hijo que Cecilia está esperando, nuestro, también es la concreción de todos aquellos actos que el destino se impidió realizar. Así, más que el hijo de dos personas, es el hijo del destino lo que se presenta en el porvenir. Y es además el fruto de lo que habita en lo profundo y oscuro de ambos.
martes, 29 de octubre de 2013
sábado, 28 de septiembre de 2013
¿Tú también?
"Siempre es de noche; si no, no necesitaríamos la luz"
A MR.
***
La tarde iba cayendo lentamente. Los últimos rayos de sol se veían reflejados en el mármol de las escaleras del Senado. Y él sentía que su poder, al que a tantos había atemorizado, iba menguando. Cada vez estaba más marginado y solo frente a circunstancias que cambiaban, ninguna de ellas para mejor.
Caminaba mientras escuchaba el eco de sus pasos. Pensaba en el discurso que daría al día siguiente, lo repasaba en su cabeza una y otra vez. Sentía que el destino estaba próximo y que sólo caminaba hacía su encuentro.
Caída la noche, cenó como habitualmente. Estaba fatigado, las ideas y los sentimientos estaban siendo un peso demasiado grande incluso para un hombre como él. Cargar bajo su espalda ya gastada por los años semejante responsabilidad atrofiaba el resto de su cuerpo. Dependía de unas cuantas ideas lúcidas, que aun conservaba, de la suerte y del tiempo que el discurso pudiera ganarle. Nada más. Dependiente del tiempo y de la suerte, se había transformado en un hombre común. No había diferencia entre él y algún otro habitante del imperio. Mas allá de nombres, títulos, intrigas, el acecho de la muerte y la impotencia absoluta, resignación a la muerte, lo igualaba a los esclavos y a los ciudadanos. Se asomó a la ventana, y luego al notar la brisa suave y el cielo estrellado, salió al balcón que daba al patio.
Buscó respuestas en el cielo, en el lento pasar de alguna nube rebelde que aparecía de tanto en tanto para reclamar su parte del firmamento nocturno; pero no las encontró. Él, que siembre había obtenido aliento de contemplar el cielo en la noche, estaba ahora en silencio, solo, deshabitado de aquello que lo constituía. Presintió que algo estaba escapándose lentamente de sus adentros, algo goteaba desde su interior, por eso no podía comunicarse con las estrellas. Era incapaz de percibir el abrazo de la noche, el llamado que le había anticipado victorias y evitado derrotas. Empezó a comprender que lo habían derrotado. Entendió cómo se siente cualquier hombre cuando nota que haga lo haga el destino ya manifestó su voluntad y es imposible cambiarla. Sintió dolor en su pecho, tristeza. Se permitió llorar y maldecir a los traidores, a los obsecuentes, a los tiranos, a los que se comportaban como él. Se pidió perdón a él mismo por obligarse, por convertirse en lo que no quería pero era. Al día siguiente, pensó, diría las palabras mas importantes de su vida, porque había llegado el momento de decirlas. La vida prepara el momento en el que hay que decir lo que se trae dentro, o dejarlo en el olvido para siempre.
Antes de dormir inició una recorrida por los jardines. Miraba sus plantas, los capullos de las flores cerradas para abrigarse del leve rocío que notaba en sus mejillas, en la frente y en la punta de la nariz. Sonrió. Se notaba la noche serena, dueña de una calma como hacia mucho tiempo no admiraba. Sentía que el destino estaba próximo y que sólo caminaba hacía su encuentro. En el jardín lo vio. Primero una sombra, luego un brazo, finalmente la mano que cargaba el puñal.
Sentía que el destino estaba próximo y que sólo caminaba hacía su encuentro.
La hoja de metal se ubicó con certeza y seguridad en el hueco existente entre las costillas. Preciso ,de abajo hacia arriba, punzandole el corazón, el golpe de la hoja se repitió varias veces. No gritó, solo dijo - ¿tú también , Bruto?. El gusto metálico de la sangre inundó su boca. Cayó al piso y , ahora sí, sintió el llamado de la noche.
Es la historia de la noche en la que Junio asesinó a Julio.
jueves, 26 de septiembre de 2013
Métrica
Medir la distancia
desde las palabras ausentes
que se separan
por el universo
de puntos suspensivos.
Medir la espera
desde las miradas cruzadas
los vacíos que nos callamos en un canto
sobre atardeceres caminados.
Es que siempre estas volviendo
y rompes las escalas
las mediciones.
Insomne
ya no sé si tus palabras significan algo.
Tu nombre
es ahora igual a cualquier otro.
No son violentos
oficios de escribir
son recuerdos
también
que
no terminan de morir.
La métrica es la remembranza de las fotos
el recuerdo de las canciones
y los camaleones que esas noches
ocultaban las narraciones y las crónicas.
desde las palabras ausentes
que se separan
por el universo
de puntos suspensivos.
Medir la espera
desde las miradas cruzadas
los vacíos que nos callamos en un canto
sobre atardeceres caminados.
Es que siempre estas volviendo
y rompes las escalas
las mediciones.
Insomne
ya no sé si tus palabras significan algo.
Tu nombre
es ahora igual a cualquier otro.
No son violentos
oficios de escribir
son recuerdos
también
que
no terminan de morir.
La métrica es la remembranza de las fotos
el recuerdo de las canciones
y los camaleones que esas noches
ocultaban las narraciones y las crónicas.
sábado, 21 de septiembre de 2013
Un 1984 feliz.
La literatura distópica tiene dos grandes referentes Aldous Huxley y George Orwell. No quiere decir esto que no haya otros grandes escritores que pensaron futuros negros. Los hay: Ballard, Dick, Bradbury, y muchos otros lo hicieron y llegaron a ser incluso masivos en cuanto a ventas y conocidos por los lectores. Sin embargo, la importancia de Orwell y Huxley radica en que los dos escribieron prácticamente en el mismo contexto, imaginando futuros parecidos pero totalmente opuestos por matices. Un Mundo Feliz y 1984 son obras que pueden ser analizadas desde diferentes veredas.
Orwell, quien escribe pensando que el futuro va a ser como el presente del Estado Soviético de su época, imagina la pérdida total de las libertades en manos de un Estado omnipotente. De hecho, Orwell expresó más de una vez que la imagen que deparaba el futuro era la de un rostro humano siendo aplastado por una bota militar. 1984 indaga el futuro donde la censura estatal impide el acceso a la información y donde ésta se fabrica para acompañar las decisiones del gobierno. El estado es el de miedo constante, censura, opresión. Se plantea la pérdida total del individuo en manos de una colectivización masiva. Hay que tener en cuenta que Orwell, socialista que había combatido para el bando republicano en la guerra civil española, utilizó para la novela el fantasma de su critica al stalinisimo. El futuro orwelliano tiene a un Hombre sometido, siendo víctima de la mentira estatal, de la censura, del estado de guerra permanente, donde incluso la cultura es transformada en monocultura. Cada aspecto de la vida privada estaba bajo control estatal. Como Estado, el gobierno disponía de la fuerza para someter y corregir, vigilar y castigar.
Huxley también imagina un futuro perverso. Pero a diferencia de 1984 no hay un totalitarismo asfixiante, sino un individualismo atroz. Ahí donde Orwell veía censura instala que no es necesario, ya que la sociedad del entretenimiento y el bienestar iba a atrapar a los individuos. Huxley anticipó a su forma el advenimiento de la sociedad de consumo y entretenimiento que explotaría en la posguerra. Según Un Mundo Feliz, la información sería libre, al alcance de todos, a la medida de cualquiera, tanta y tan al alcance que nadie realmente se interesaría. El reino de la apatía, la pasividad y el egoísmo. En esta distopía ya no existiría el problema de la verdad, sino que la multiplicidad la condenaría al desierto de la irrelevancia. El mundo de Huxley es un mundo de drogas y orgías, donde todos son felices dentro de los estamentos a los que están destinados desde el nacimiento. En 1984 la sexualidad es vivida como aventura, escape y liberación, como la transgresión a lo impuesto. En Un Mundo Feliz el sexo ata al conformismo y perpetúa el placer hedonista: sexo masivo o sexo virtual. Este futuro es el de una vida trivial, individualista, dedicada al consumo y ver "pelota centrífuga" por televisión. Nueva Roma. La idea central es que la vida, lo que amamos, aburre; el placer lleva al conformismo. Huxley era un convencido de una supuesta tendencia natural hacia el entretenimiento, hacia la distracción que había sido pasada por alto por los que preponderaban las libertades civiles y los que alertaban contra las tiranías.
En un ejemplo el cambio es impedido por el Estado; en el otro no hay necesidad ya que todos están conformes. En ambos el futuro es negro.
Zigmunt Bauman, en su ensayo La Libertad, plantea una idea por demás interesante para hacer un análisis de estos textos. Dice que la libertad es una construcción histórica y por lo tanto cambiante en el tiempo. Siguiendo a Bauman, el siglo xx nace acompañado de los conceptos de la uniformidad y la corrección. Estado y sociedad "obligaban" al individuo a seguir una línea. La modernidad en cambio inicia la tapa de la "elección". Ahora el individuo libre elige lo que tiene por delante, consume, disfruta como en ningún periodo histórico anterior. Ya no existe la falta de libertad que impedía ese Estado corrector, sino que son tiempos de la multiplicidad, de la elección y por ende, de supuesta libertad.
Herbert Marcuse, decía que el gran problema de la sociedad de consumo era que ante la necesidad de la liberación cada vez existían menos individuos dispuestos a renunciar a las comodidades que ésta les daba. Bajo ésta perspectiva, sin dudas, Huxley tenía razón.-
Orwell, quien escribe pensando que el futuro va a ser como el presente del Estado Soviético de su época, imagina la pérdida total de las libertades en manos de un Estado omnipotente. De hecho, Orwell expresó más de una vez que la imagen que deparaba el futuro era la de un rostro humano siendo aplastado por una bota militar. 1984 indaga el futuro donde la censura estatal impide el acceso a la información y donde ésta se fabrica para acompañar las decisiones del gobierno. El estado es el de miedo constante, censura, opresión. Se plantea la pérdida total del individuo en manos de una colectivización masiva. Hay que tener en cuenta que Orwell, socialista que había combatido para el bando republicano en la guerra civil española, utilizó para la novela el fantasma de su critica al stalinisimo. El futuro orwelliano tiene a un Hombre sometido, siendo víctima de la mentira estatal, de la censura, del estado de guerra permanente, donde incluso la cultura es transformada en monocultura. Cada aspecto de la vida privada estaba bajo control estatal. Como Estado, el gobierno disponía de la fuerza para someter y corregir, vigilar y castigar.
Huxley también imagina un futuro perverso. Pero a diferencia de 1984 no hay un totalitarismo asfixiante, sino un individualismo atroz. Ahí donde Orwell veía censura instala que no es necesario, ya que la sociedad del entretenimiento y el bienestar iba a atrapar a los individuos. Huxley anticipó a su forma el advenimiento de la sociedad de consumo y entretenimiento que explotaría en la posguerra. Según Un Mundo Feliz, la información sería libre, al alcance de todos, a la medida de cualquiera, tanta y tan al alcance que nadie realmente se interesaría. El reino de la apatía, la pasividad y el egoísmo. En esta distopía ya no existiría el problema de la verdad, sino que la multiplicidad la condenaría al desierto de la irrelevancia. El mundo de Huxley es un mundo de drogas y orgías, donde todos son felices dentro de los estamentos a los que están destinados desde el nacimiento. En 1984 la sexualidad es vivida como aventura, escape y liberación, como la transgresión a lo impuesto. En Un Mundo Feliz el sexo ata al conformismo y perpetúa el placer hedonista: sexo masivo o sexo virtual. Este futuro es el de una vida trivial, individualista, dedicada al consumo y ver "pelota centrífuga" por televisión. Nueva Roma. La idea central es que la vida, lo que amamos, aburre; el placer lleva al conformismo. Huxley era un convencido de una supuesta tendencia natural hacia el entretenimiento, hacia la distracción que había sido pasada por alto por los que preponderaban las libertades civiles y los que alertaban contra las tiranías.
En un ejemplo el cambio es impedido por el Estado; en el otro no hay necesidad ya que todos están conformes. En ambos el futuro es negro.
Zigmunt Bauman, en su ensayo La Libertad, plantea una idea por demás interesante para hacer un análisis de estos textos. Dice que la libertad es una construcción histórica y por lo tanto cambiante en el tiempo. Siguiendo a Bauman, el siglo xx nace acompañado de los conceptos de la uniformidad y la corrección. Estado y sociedad "obligaban" al individuo a seguir una línea. La modernidad en cambio inicia la tapa de la "elección". Ahora el individuo libre elige lo que tiene por delante, consume, disfruta como en ningún periodo histórico anterior. Ya no existe la falta de libertad que impedía ese Estado corrector, sino que son tiempos de la multiplicidad, de la elección y por ende, de supuesta libertad.
Herbert Marcuse, decía que el gran problema de la sociedad de consumo era que ante la necesidad de la liberación cada vez existían menos individuos dispuestos a renunciar a las comodidades que ésta les daba. Bajo ésta perspectiva, sin dudas, Huxley tenía razón.-
viernes, 20 de septiembre de 2013
Videotape
Tom Yorke cierra ultimo track de In Rainbows cantando:
No matter what happens now
I shouldn't be afraid
Because I know today has been
The most perfect day I've ever seen
Es el final épico de un disco que está en el top 3 de Radiohead peleando el primer lugar con OK Computer. In Rainbows está lleno de referencias al Fausto de Goethe, hasta el punto de dudar si es o no un album conceptual basado en el libro. Mas allá de la referencia directa en el tema Faust's Arp, en Videotape aparece el nombre de Mefistofeles. Siguiendo esta linea, el cierre del tema lleva a la imagen final de Fausto, que muere frente a las costas del mar mirando el atardecer. A Fausto le llega la muerte al haber encontrado el lugar donde le gustaría vivir feliz. La alegoría en Fausto es la de la imperfección, la búsqueda, el vacío y finalmente, en los últimos instantes, la redención. Como si el final fuera un punto en el que nos damos cuenta y comprendemos que la verdad no está ahí afuera si no que siempre habitó dentro de nosotros.
In Rainbows emociona. Es ideal para escuchar en cualquier momento por la variedad de ritmos y estilos por los que atraviesa. Desde 15 Steps que rememora al Kid A o Bodysnatechers que rescata lo mejor de The Bends, el disco es un arcoiris de sensaciones, puntos de alta calidad musical y emocional. La voz de Yorke en All I Need desgarra. Cada una de las canciones es un planeta dentro de una galaxia, partes perfectas y diferentes que componen un todo que funciona con lógica propia. Jigsaw Falling Into Place es el preludio perfecto, con ritmo marcado con intensidad creciente y la voz de Yorke que se deforma y se oye apenas por sobre los coros. Videotape, ultima canción de la edición simple funciona como la vuelta a la tierra luego del interplanetario ritmo anterior. Videotape es en sí el resumen perfecto del disco, del Fausto y es la metáfora de la vida: lo que buscamos nos mata y a la vez nos redime. El final de Videotape es el fin del disco, y las notas van despegándose hasta evaporarse en el aire y apagarse tras la cortina que construyen las sensaciones.
No matter what happens now
I shouldn't be afraid
Because I know today has been
The most perfect day I've ever seen
Es el final épico de un disco que está en el top 3 de Radiohead peleando el primer lugar con OK Computer. In Rainbows está lleno de referencias al Fausto de Goethe, hasta el punto de dudar si es o no un album conceptual basado en el libro. Mas allá de la referencia directa en el tema Faust's Arp, en Videotape aparece el nombre de Mefistofeles. Siguiendo esta linea, el cierre del tema lleva a la imagen final de Fausto, que muere frente a las costas del mar mirando el atardecer. A Fausto le llega la muerte al haber encontrado el lugar donde le gustaría vivir feliz. La alegoría en Fausto es la de la imperfección, la búsqueda, el vacío y finalmente, en los últimos instantes, la redención. Como si el final fuera un punto en el que nos damos cuenta y comprendemos que la verdad no está ahí afuera si no que siempre habitó dentro de nosotros.
In Rainbows emociona. Es ideal para escuchar en cualquier momento por la variedad de ritmos y estilos por los que atraviesa. Desde 15 Steps que rememora al Kid A o Bodysnatechers que rescata lo mejor de The Bends, el disco es un arcoiris de sensaciones, puntos de alta calidad musical y emocional. La voz de Yorke en All I Need desgarra. Cada una de las canciones es un planeta dentro de una galaxia, partes perfectas y diferentes que componen un todo que funciona con lógica propia. Jigsaw Falling Into Place es el preludio perfecto, con ritmo marcado con intensidad creciente y la voz de Yorke que se deforma y se oye apenas por sobre los coros. Videotape, ultima canción de la edición simple funciona como la vuelta a la tierra luego del interplanetario ritmo anterior. Videotape es en sí el resumen perfecto del disco, del Fausto y es la metáfora de la vida: lo que buscamos nos mata y a la vez nos redime. El final de Videotape es el fin del disco, y las notas van despegándose hasta evaporarse en el aire y apagarse tras la cortina que construyen las sensaciones.
jueves, 19 de septiembre de 2013
Alegoria de la elección.
Hay un lugar donde habita el vacío. Es un lugar hueco, que se va llenando con el miedo que gotea de las paredes. Y crece. No se detiene y agranda la presión en los momentos donde se cree ver mas luz.
Como la Alegoría de la caverna de Platón, vemos reflejos. Sombras y luces a los que damos forma con nuestro pensamiento. Lo irónico es que tales pensamientos guían nuestra vida. Hacen de cada imagen una experiencia, un recuerdo, la base donde las vivencias quedan interpretadas y recordadas. Por eso, para algunos, es tan difícil superar un pasado que se continua perpetuando en loop, porque el pasado se vuelve presente a cada instante. Cuando Benjamin dice que lo nuevo es el pasado más las ensoñaciones de un futuro está diciendo eso. Si es la esperanza o la experiencia la que predomina en cada caso, he ahí el presente de cada persona. Hay ahí una elección.
Como la Alegoría de la caverna de Platón, vemos reflejos. Sombras y luces a los que damos forma con nuestro pensamiento. Lo irónico es que tales pensamientos guían nuestra vida. Hacen de cada imagen una experiencia, un recuerdo, la base donde las vivencias quedan interpretadas y recordadas. Por eso, para algunos, es tan difícil superar un pasado que se continua perpetuando en loop, porque el pasado se vuelve presente a cada instante. Cuando Benjamin dice que lo nuevo es el pasado más las ensoñaciones de un futuro está diciendo eso. Si es la esperanza o la experiencia la que predomina en cada caso, he ahí el presente de cada persona. Hay ahí una elección.
sábado, 7 de septiembre de 2013
Solaris
Soy malhumorado, caprichoso y me gusta demasiado estar solo. Soy bueno con aquellos que no lo merecen y malo o indiferente hacía otros que sí. He sido infiel mas de una vez, aunque me queda la tranqulidad de saber que no lo fui con aquella que amé hace varios años.
Soy egoísta, interesado pero también empatico y cortés. Buen amigo, sobre todo en las malas. Soy agnóstico, pero cuando tengo miedo creo en ciencia o en Dios. Soy idealista pero ante las desilusiones camino con mis pies sobre la tierra, generalmente alejándome de eso que propinó el golpe. Me gusta pasear por el campo y tirarme en el pasto haciendo que todo el resto de las cosas sigan su camino; pero me gusta caminar por la ciudad, ver su gente, salir en su noche. Fotografiar eso que no se ve.
Soy revolucionario pero tibio y políticamente correcto. Soy Europa y soy América Latina, teoría y practica, beso y abrazo. Mi militancia política asume una posición muy cómoda. Soy Tolstoi, Guerra y Paz; Soy Dostoievski, El Idiota. Soy Arlt, Borges y Cortázar, soy también el poeta desconocido y Baudelaire y Yeats y Joyce. Soy pueblo, molino, barro y la sonrisa de una infancia feliz. Soy folklore, chacarera, zamba, chamamé; tambien punk y rock. Y Pink Floyd
Me gusta en igual medida pensar y sentir. Renuncio facilmente o me embarco en cruzadas de imposible arribo a puertos seguros. Soy universal concreto y abstracto; universo y mínima expresión. Soy tal vez demasiado inseguro o demasiado ingenuo, pero el fuego arde dentro de mi convencimiento y voluntad. A veces puedo ser frío y distante y otras lo contrario. Soy quedado y no llego a hacer la mayoría de las cosas que pienso. Soy demasiado relativista y poco impulsivo cuando me juzgo a mi mismo; lo contrario cuando se trata de los demás.
Soy humano. Soy Ubik.
Por eso me es imposible no pensar. No puedo escapar a pensar que si no fuera capaz de lograr sentir y de hacer sentir a otro, nada en mi universo sería preponderante. Y es que pienso, cuando estoy a punto de dormirme con ella, que soy feliz ese instante y todo el trayecto que me llevó a su cama.
Soy esa risa que ahora escribo pensando en ella.
Ficción y realidad coexisten, como los tiempos verbales que mutan, como las estaciones que cambian, como los corazones que laten en sincronía y los cuerpos transpirados que se abrazan.
Soy vos. Soy yo. Y así , sigo caminando por el sendero de robles, con un libro bajo el brazo y un cigarrillo en los labios que tiene tu olor.
Soy egoísta, interesado pero también empatico y cortés. Buen amigo, sobre todo en las malas. Soy agnóstico, pero cuando tengo miedo creo en ciencia o en Dios. Soy idealista pero ante las desilusiones camino con mis pies sobre la tierra, generalmente alejándome de eso que propinó el golpe. Me gusta pasear por el campo y tirarme en el pasto haciendo que todo el resto de las cosas sigan su camino; pero me gusta caminar por la ciudad, ver su gente, salir en su noche. Fotografiar eso que no se ve.
Soy revolucionario pero tibio y políticamente correcto. Soy Europa y soy América Latina, teoría y practica, beso y abrazo. Mi militancia política asume una posición muy cómoda. Soy Tolstoi, Guerra y Paz; Soy Dostoievski, El Idiota. Soy Arlt, Borges y Cortázar, soy también el poeta desconocido y Baudelaire y Yeats y Joyce. Soy pueblo, molino, barro y la sonrisa de una infancia feliz. Soy folklore, chacarera, zamba, chamamé; tambien punk y rock. Y Pink Floyd
Me gusta en igual medida pensar y sentir. Renuncio facilmente o me embarco en cruzadas de imposible arribo a puertos seguros. Soy universal concreto y abstracto; universo y mínima expresión. Soy tal vez demasiado inseguro o demasiado ingenuo, pero el fuego arde dentro de mi convencimiento y voluntad. A veces puedo ser frío y distante y otras lo contrario. Soy quedado y no llego a hacer la mayoría de las cosas que pienso. Soy demasiado relativista y poco impulsivo cuando me juzgo a mi mismo; lo contrario cuando se trata de los demás.
Soy humano. Soy Ubik.
Por eso me es imposible no pensar. No puedo escapar a pensar que si no fuera capaz de lograr sentir y de hacer sentir a otro, nada en mi universo sería preponderante. Y es que pienso, cuando estoy a punto de dormirme con ella, que soy feliz ese instante y todo el trayecto que me llevó a su cama.
Soy esa risa que ahora escribo pensando en ella.
Ficción y realidad coexisten, como los tiempos verbales que mutan, como las estaciones que cambian, como los corazones que laten en sincronía y los cuerpos transpirados que se abrazan.
Soy vos. Soy yo. Y así , sigo caminando por el sendero de robles, con un libro bajo el brazo y un cigarrillo en los labios que tiene tu olor.
jueves, 5 de septiembre de 2013
Eterno retorno de lo mismo.
"La sensación de lo más nuevo, de lo que es más moderno, se revela sin duda como forma del sueño del acontecer y del eterno retorno de lo mismo."
Walter Benjamin.
miércoles, 4 de septiembre de 2013
El sueño de la razón
Idealizamos
sobre construcciones hipotéticas que nos llevan a futuros anhelados
pero
sin embargo y a pesar de todo
todo eso que pensamos
se viene abajo
cuando nos abrazamos
con las palabras con los ojos con los labios.
Es que en ese momento.
Sol y Luna brillan ambos sobre el cielo
se desata la brisa sobre el campo y
de algún modo
el mundo se hace un lugar mejor
para vivir
para abrazarte.
Los sueños de la razón engendran monstruos
o magia
en momentos en los que queda presa
atrapada
bajo la piel de los cuerpos que se acarician.
sobre construcciones hipotéticas que nos llevan a futuros anhelados
pero
sin embargo y a pesar de todo
todo eso que pensamos
se viene abajo
cuando nos abrazamos
con las palabras con los ojos con los labios.
Es que en ese momento.
Sol y Luna brillan ambos sobre el cielo
se desata la brisa sobre el campo y
de algún modo
el mundo se hace un lugar mejor
para vivir
para abrazarte.
Los sueños de la razón engendran monstruos
o magia
en momentos en los que queda presa
atrapada
bajo la piel de los cuerpos que se acarician.
domingo, 1 de septiembre de 2013
Habla
Llegado el momento todos se preguntan si vale la pena, si la pena vale algo. Por lo menos eso dicen sus caras, que miro impaciente, abrumado por un humo denso invisible que flota por entre las mesas del bar donde estoy esperándola. Y no viene. Afuera pasan los colectivos atestados, una llovizna tenue cae en diagonal y aquellos que andan por la calle caminan apresurados, muchos sin paraguas, para llegar a su destino. Yo vuelvo a mirar el reloj, está media hora atrasada. Hago un firulete en la hoja del cuaderno para pasar el tiempo. La conmoción helada del no paso de los segundos me cala en lo profundo de los huesos: suspiro mirando lo que ocurre fuera del vidrio que tengo a mi lado. No sé que oscura motivación dentro mio hace que la espere. Pero la espero. Pienso en el amor pasado.
Siento que el mozo me mira con impaciencia. En todas las mesas hay mas de dos personas que ya han ordenado algo. Yo aun no. Debe ser por eso que me mira. No se atreve a acercarse quizás por mi cara de estar absorto en otras cosas que exceden la importancia y la necesidad de comer una medialuna acompañada por un café. El lo debe notar. Los mozos desarrollan ese poder de entender lo que piensa la gente a fuerza de repetición de hábitos. Tampoco creo que las personas que a esta hora estamos solos sentados en los bares pensemos cosas muy distintas, y eso facilita la tarea de los mozos. Antes de que se acerque, notando su impaciencia, pido un café cortado y dos medialunas de grasa. Tengo Los Lanzallamas de Arlt sobre la mesa pero no lo leo.
Se me ocurre algo curioso, que aparece ante mí a modo de revelación: siempre estuve enamorado de mujeres con nombres que tienen seis letras. Circunstancias. Apunto esa idea en mi libreta, tal vez la pueda usar para algo en algún momento. La lluvia cae ahora mas fuerte. Ella no viene. Un escalofrío recorre mi cuerpo y noto que mis pies están fríos. Todo adquiere un tinte de extrañeza y soledad como en un cuadro de Hopper. Miro la hora, ya pasaron quince minutos desde la ultima vez que me fijé.
Hay una frase de Cortázar al comenzar el cuento Todos los fuegos el fuego, donde el preconsul advierte que hasta lo inesperado acaba en costumbre cuando se ha aprendido a soportar. Esa es la clave de la vida; y de la no vida. Esa es la enseñanza mas importante de la relación que tuve con X, y es una imagen, la imagen del hombre que espera en un bar a su antigua pareja, el ultimo de sus amores.
Sobre el amor hay mucho que decir. Teorizar sobre los sentimientos es en extremo difícil, mas cuando el enunciante siempre es parte. Sin embargo, el amor es una apertura, un descubrimiento del mundo. Esto es porque cuando estamos enamorados, predisponemos nuestros sentidos de otra manera frente al mundo; lo percibimos con un vibrar diferente que conlleva lo extraordinario de una experiencia no habitual. Los médicos deberían recetar periódicamente un acto de enamoramiento. Está claro que tiene contraindicaciones y efectos secundarios negativos ( y en este lugar no puedo no pensar en mi caso, y en la espera de X).
De X tengo alucinaciones ocasionales. Hoy la descubrí en la novia de un conocido que me presentaron en una fiesta. Apenas la vi pensé que era ella. El grupo en el que me encontraba era como el que ella frecuentaba, incluso los temas de conversación, el nivel socioeconomico, esa aura extraña mezcla de hembra que se lleva el mundo por delante que parece decir por favor abrazame que tengo miedo, y la forma de hablar. Eso es una mala señal. Significa que aun hoy, pasados tantos años, algo de ella sigue presente. Si fuéramos algo así como un Leviatán compuesto de millones de partes pequeñas, cada una de un recuerdo amoroso, está claro que X ocuparía algún lugar destacado. Tal vez la metáfora no esté tan alejada de una realidad: estamos armados de pequeños fragmentos de otras personas.
Baudrillard dice que somos presos del lenguaje, que incluso al decir te amo estamos siendo tan presos que ya somos infieles porque el enunciado es un acto de habla, no de amor: comunicamos nuestro amor mediatizado, infiel, sucio, lleno de cucarachas. Nunca lo hacemos de la forma mas directa posible, siempre mediada, siempre intercedida por algo ajeno a nosotros. Muchas veces incluso lo que media es la ausencia. Melancolía por la presencia del ausente.
X no vino. Yo me fui del bar luego de un tiempo.
Siento que el mozo me mira con impaciencia. En todas las mesas hay mas de dos personas que ya han ordenado algo. Yo aun no. Debe ser por eso que me mira. No se atreve a acercarse quizás por mi cara de estar absorto en otras cosas que exceden la importancia y la necesidad de comer una medialuna acompañada por un café. El lo debe notar. Los mozos desarrollan ese poder de entender lo que piensa la gente a fuerza de repetición de hábitos. Tampoco creo que las personas que a esta hora estamos solos sentados en los bares pensemos cosas muy distintas, y eso facilita la tarea de los mozos. Antes de que se acerque, notando su impaciencia, pido un café cortado y dos medialunas de grasa. Tengo Los Lanzallamas de Arlt sobre la mesa pero no lo leo.
Se me ocurre algo curioso, que aparece ante mí a modo de revelación: siempre estuve enamorado de mujeres con nombres que tienen seis letras. Circunstancias. Apunto esa idea en mi libreta, tal vez la pueda usar para algo en algún momento. La lluvia cae ahora mas fuerte. Ella no viene. Un escalofrío recorre mi cuerpo y noto que mis pies están fríos. Todo adquiere un tinte de extrañeza y soledad como en un cuadro de Hopper. Miro la hora, ya pasaron quince minutos desde la ultima vez que me fijé.
Hay una frase de Cortázar al comenzar el cuento Todos los fuegos el fuego, donde el preconsul advierte que hasta lo inesperado acaba en costumbre cuando se ha aprendido a soportar. Esa es la clave de la vida; y de la no vida. Esa es la enseñanza mas importante de la relación que tuve con X, y es una imagen, la imagen del hombre que espera en un bar a su antigua pareja, el ultimo de sus amores.
Sobre el amor hay mucho que decir. Teorizar sobre los sentimientos es en extremo difícil, mas cuando el enunciante siempre es parte. Sin embargo, el amor es una apertura, un descubrimiento del mundo. Esto es porque cuando estamos enamorados, predisponemos nuestros sentidos de otra manera frente al mundo; lo percibimos con un vibrar diferente que conlleva lo extraordinario de una experiencia no habitual. Los médicos deberían recetar periódicamente un acto de enamoramiento. Está claro que tiene contraindicaciones y efectos secundarios negativos ( y en este lugar no puedo no pensar en mi caso, y en la espera de X).
De X tengo alucinaciones ocasionales. Hoy la descubrí en la novia de un conocido que me presentaron en una fiesta. Apenas la vi pensé que era ella. El grupo en el que me encontraba era como el que ella frecuentaba, incluso los temas de conversación, el nivel socioeconomico, esa aura extraña mezcla de hembra que se lleva el mundo por delante que parece decir por favor abrazame que tengo miedo, y la forma de hablar. Eso es una mala señal. Significa que aun hoy, pasados tantos años, algo de ella sigue presente. Si fuéramos algo así como un Leviatán compuesto de millones de partes pequeñas, cada una de un recuerdo amoroso, está claro que X ocuparía algún lugar destacado. Tal vez la metáfora no esté tan alejada de una realidad: estamos armados de pequeños fragmentos de otras personas.
Baudrillard dice que somos presos del lenguaje, que incluso al decir te amo estamos siendo tan presos que ya somos infieles porque el enunciado es un acto de habla, no de amor: comunicamos nuestro amor mediatizado, infiel, sucio, lleno de cucarachas. Nunca lo hacemos de la forma mas directa posible, siempre mediada, siempre intercedida por algo ajeno a nosotros. Muchas veces incluso lo que media es la ausencia. Melancolía por la presencia del ausente.
X no vino. Yo me fui del bar luego de un tiempo.
jueves, 29 de agosto de 2013
Instantánea V
De frente se levantaba un sendero de arboles que, en fila al costado de la ruta,parecían soldados formados en linea. Por sobre el horizonte, las nubes guiaban el pensamiento y lo perdían en la conjunción con el verde, allá, donde termina el limite de la mirada. Solo atinó a pensar que los mayores daños siempre fueron provocados por el convencimiento en verdades que no lo eran; las verdades autoevidentes, como el amor, son las mas peligrosas.
lunes, 19 de agosto de 2013
Distopía
Es distraido el caminar
de aquelllos,
ellos,
que son los otros.
Esos que no saben
que todo es frágil,
que mañana será distinto
aunque no lo veamos,
aunque
no lo sepamos
ni comprendamos.
de aquelllos,
ellos,
que son los otros.
Esos que no saben
que todo es frágil,
que mañana será distinto
aunque no lo veamos,
aunque
no lo sepamos
ni comprendamos.
Tiempo
Lo único que seguirá es el tiempo, con ese
ritmo eterno e invariable. El resto de las cosas se esparcirá en la
profundidad del mar del devenir. Quedarán enterradas en la arena para
que sean redescubiertas como pasado en un futuro que no podemos
comprender. Todo esto es cíclico, forma parte de un movimiento que no
entendemos pero que está presente desde el comienzo, mutando en cada
acción, en cada creación y movimiento. Tan profundo es su accionar que,
incluso, nosotros mismos somos hojas en el viento, en esa corriente
temporal en la que flotamos la existencia. Y aunque muchas veces lo
relativizamos midiendolo según nuestro criterio, forma parte de la
inmensidad del tiempo del universo, un tiempo general, que no es otro
que el de las estrellas.
miércoles, 7 de agosto de 2013
Instantánea IV
El hombre no llegó a la luna. Cada vez que la veo desde la terraza siento su mirada libre de toda expresión de lo humano, como si me estudiara desde la distancia al resguardo del vacío del espacio, al igual que los amantes que estudian el cuerpo del otro mientras duerme. Es entonces cuando el vacio es transformado en distancia.
lunes, 5 de agosto de 2013
MC
Ella tiene un fuego interno que arde con ira. Se flamea mientras el viento no puede apagarla, quizás también consumiendola, porque no puede creer en ninguna de esas cosas que la hacen feliz y piensa que está destinada al fracaso. Pero su fuego está, pulsa a través de sus ojos, en cada palabra dicha desde su interior. Siempre lo sentí, creo que era eso lo que me gustó de ella en un principio. Pero ahora que ya no estoy enamorado, ahora que puedo verla completa por fuera de mi idealización, vuelvo a sentir lo mismo. Espero que algún día pueda liberar ese potencial, que pueda verse tan capaz de ser feliz y de dar felicidad como se ve desde afuera; en definitiva que pueda creer en que ella misma es capaz de amar y de ser amada. Y que todo eso llegue en medio de una lluvia de primavera, esté donde esté, cuando logre articular los tiempos del sentimiento con los verbales, cuando pueda finalmente esculpir lo que está trabajando en sus adentros.
La veo con mas calma, como si estuviera aprendiendo a controlar ese fuego, sumergiendolo en el agua profunda de ciertos anhelos y ensoñaciones. Ojalá esa agua sea suficiente para permitirle soñar, completar el ciclo, y no la encuentre, como tantas veces, a mitad de camino entre la ensoñación y la realidad. Esta ultima tan cargada que por momentos dudo que haya creído en algo mas allá de sus propios pies.
Después de verla me siento tranquilo, feliz por ella y por notar el cambio en ciernes. Son pocas veces en la vida, como decía Borges, que un alma se encuentra con otra. Pero es evidente que de vez en cuando esas cosas pasan y se encuentran personas que se ven de manera distinta al resto. Y dejan de importar las etiquetas, los pasados o los presentes. Si no que son los momentos en los que las sonrisas afloran los que cuentan, y es la instancia definitiva donde uno siente que ha crecido, que ha dado un paso gigante encontrándose con uno mismo. Porque, como en un espejo, todo lo sentido por otro, vuelve, irremediablemente, a ocupar el lugar dentro de uno donde fue gestado. Uno vuelve a ser yo.
La veo con mas calma, como si estuviera aprendiendo a controlar ese fuego, sumergiendolo en el agua profunda de ciertos anhelos y ensoñaciones. Ojalá esa agua sea suficiente para permitirle soñar, completar el ciclo, y no la encuentre, como tantas veces, a mitad de camino entre la ensoñación y la realidad. Esta ultima tan cargada que por momentos dudo que haya creído en algo mas allá de sus propios pies.
Después de verla me siento tranquilo, feliz por ella y por notar el cambio en ciernes. Son pocas veces en la vida, como decía Borges, que un alma se encuentra con otra. Pero es evidente que de vez en cuando esas cosas pasan y se encuentran personas que se ven de manera distinta al resto. Y dejan de importar las etiquetas, los pasados o los presentes. Si no que son los momentos en los que las sonrisas afloran los que cuentan, y es la instancia definitiva donde uno siente que ha crecido, que ha dado un paso gigante encontrándose con uno mismo. Porque, como en un espejo, todo lo sentido por otro, vuelve, irremediablemente, a ocupar el lugar dentro de uno donde fue gestado. Uno vuelve a ser yo.
domingo, 4 de agosto de 2013
viernes, 2 de agosto de 2013
La pregunta por el amor
-Sin entrar en terrenos demasiados confusos en intrincados que mezclan historias personales y expectativas impuestas, sin caer en filosofía liviana de autoayuda, puedo decirte solo una cosa -dijo mientras su rostro iba adquieriendo una gravedad y concentración inusuales.- Si tu pregunta es sobre lo verdadero del amor, debo decirte que no hay respuesta. Amor es para cada persona algo distinto, ¿entendés?. Pero como veo que estás esperando algo más, puedo decirte lo que para mí significa. Es la conjunción de dos voluntades que se desean, que desean ser amadas. Y tiene carácter destructivo porque ambas a la vez olvidan su propia individualidad. El amor destruye el yo; pero crea el nosotros.-
lunes, 29 de julio de 2013
Instantánea II
Si no puede volcarse sobre una hoja de papel, sobre el lienzo de una pintura o en los acordes de una canción, todo eso que fue sentido se vuelve inútil. Se transforma en el estéril esfuerzo del pasado por permanecer sin dejar nada a cambio en relación con el futuro, y, como un desierto que se agranda a cada soplido del viento, erosiona todo a su alrededor.
martes, 23 de julio de 2013
El grado cero de la escritura
"
¿Dónde se ubica la escritura? En el espacio que se abre entre la lengua
(ese repertorio que se hereda y que funciona como una tradición no
elegida) y el estilo (los rasgos mas íntimos -imágenes, léxico-, que
provienen del pasado del escritor y que configuran una mitología secreta
que se le presenta como una imposición casi biológica, como los
automatismos de su arte): precisamente allí, entre ambos,
se instala la escritura, concebida como la posibilidad de decidir sobre
el horizonte discursivo propio, de ejercer una libertad no exenta de
condicionamientos pero imprescindible para afirmar cualquier proyecto
literario. La escritura es así el enlace entre entre la creación y la
sociedad, es la posición que un escritor sostiene y construye en
relación con su historia y con las convenciones: es un acto de
conciencia, de responsabilidad, determinado por los límites ideológicos
de la época"
Roland Barthes - El Grado Cero de la Escritura.
Roland Barthes - El Grado Cero de la Escritura.
jueves, 11 de julio de 2013
Instantanea I
Y en eso andaban ellos, en momentos de historias que se enmarañan tanto que para superarlas no hace falta desenredarlas, si no cortar el hilo.
miércoles, 10 de julio de 2013
Paris era una fiesta.
"Fitzgerald.
Su talento era tan natural como el dibujo que forma el polvillo en un ala de mariposa. Hubo un tiempo en que él no se entendía a sí mismo como no se entiende la mariposa, y no se daba cuenta cuando su talento estaba magullado o estropeado. Más tarde tomó conciencia de sus vulneradas alas y de cómo estaban hechas, y aprendió a pensar pero no supo ya volar, porque había perdido el amor al vuelo y no sabía hacer más que recordar los tiempos en que volaba sin esfuerzo."
Ernest Hemingway, Paris era una Fiesta.
martes, 9 de julio de 2013
La muerte de un enunciante
Liquidar
al mensajero no es en forma alguna un acto de desesperación. Todo lo
contrario, la muerte del enunciante pone fin al acto discursivo; sin
mensajero no hay mensaje. Semejante deducción no puede ser fruto de
la casualidad de la desesperación, es hija de la razón, del
calculo, de la técnica. Supone el triunfo de la lógica por sobre el
sentimiento, la victoria de la modernidad por sobre la utopía. Es el
despojo del cuerpo entregado a los chacales de la ciencia o a los
santos evangelios del progreso.
Así como el asesinato de la utopía en manos de la razón fue un crimen orquestado y verdaderamente perfecto, una sinfonía de destrucción. La muerte de Funes también lo fue. Su prodigiosa memoria llegó a su fin teniendo como ultimo registro el rostro de sus asesinos, ahora ya perdidos entre las sombras, quizás para siempre. Lo cierto es que a Funes lo están velando en este instante. Funes está muerto, lo que significa que a mi también me queda poco tiempo. Esto no obedece a ninguna sospecha mía, sin embargo, por deducción, muerto Funes el siguiente en la lista soy yo, porque estas cosas funcionan así: siempre hay un siguiente. Contra la certeza de la muerte no puede hacerse mucho, solo esperar.
Si Funes está muerto, la memoria también, perdida en otras dimensiones usando todo lo acumulado en esta para construir maravillas mas allá de nuestra percepción. Por eso paso mis mañanas sentado en los bancos de la estación de tren a la espera de alguna señal, mientras el tiempo que me queda se diluye con el devenir del viento, mientras el sol de la mañana golpea contra mi cara, una sensación por demás agradable y dulce. Espero señales.
Hay momentos en los que el mundo suele brillar con una inusitada y sorprendente belleza, pareciendo que exclama ¡mirenme, esto soy yo!. Son pocos estos momentos mágicos, y muchas menos las veces que nos percatamos que está sucediendo en el mismo instante en que posamos los ojos sobre lo circundante. Sin embargo yo suelo ser bastante receptivo a este tipo de cosas. Recuerdo un hecho de mi infancia, cuando tenia ocho o nueve años. Vivía en ese momento cerca del mar y siempre luego del desayuno salia junto a mi hermana a caminar por la playa. Ese día, una mañana primaveral de octubre, no alteramos nuestra rutina y bajo el brillo de los primeros rayos caminamos bordeando el agua en compañía del pequeño foxterrier blanco y marrón que teníamos. Yo me sentía extraño, como si mi cerebro se hubiera desprendido de lo que lo fija al cráneo por dentro y se moviera libremente dentro mi cabeza. Sofía, mi hermana, iba quedándose atrás y su voluntad adolescente era superada por mi infantil entusiasmo. No supe por qué, ni en ese momento y mucho menos ahora, pero me detuve y empecé a hacer un pozo en la arena mojada, moviendola con mi pie izquierdo. Luego me agaché y empecé a utilizar mis manos, mientras Sofía me miraba desconcertada y el perro olfateaba el aire. A unos pocos centímetros de profundidad había una piedra gris, chata y llena de pequeños lunares de una tonalidad mas oscura, casi negra. Sin esfuerzo la desenterré, no era mas grande que la palma de la mano de un adulto. Mi hermana no decía nada , solamente me miraba; el perro contemplaba el mar. Esa piedra estaba caliente en relación con el ambiente. Si bien sostenerla en mis manos no me quemaba podía sentir su tibieza, y algo mas que no puedo explicar bien, era como si la piedra exhalara, sentía un cosquilleo semejante al producido por una leve respiración en mis manos. La piedra que respiraba tenia forma de corazón. Este recuerdo que al parecer no amerita mucho mas que sentido anécdotico hubiera sido solo eso, un recuerdo de infancia común y corriente, si no fuera por el hecho de que Sofía falleció esa misa noche. Había tenido una falla cardíaca. A partir de ahí, el mundo se cerró para mi. Y para abrirlo, empecé a mirar con mayor atención, a escuchar y a sentir de otra manera.
La noche que apuñalaron violentamente a Funes, yo soñé que participaba de un experimento en el que iban a hacerme adquirir todo el conocimiento que había en el mundo a través de una maquina. Comprendí al despertarme que esa era una forma de comunicación simbólica, como lo fue el encontrar la piedra con forma de corazón, y que todo ese conocimiento que iba a depositarse en mí era la forma de expresar que todo lo que guardaba en su memoria Funes iba a estar disponible. Cuando supe lo ocurrido entendí todo esto, y aunque no puedo asimilar toda su experiencia vital, algo de lo que había guardado, disponible en forma de energía, se había transmutado en mi.
Esta mañana, mientra velan a Funes, estoy esperando que pase el tiempo en la estación de tren. Sobre la torre señalamiento hay una paloma gris, grande, de esas que tienen manchas de color verde sobre los costados del buche. Está en silencio con la mirada clavada en mí desde que me sentí observado y la descubrí en esa tarea de vigilante. Permanece quieta, quietud agigantada por el movimiento de las nubes que pasan en dirección al rio y contrastan con la estaticidad del vigilante emplumado. No está con las otras aves que se amontonan sobre el anden buscando migas y colillas de cigarrillos, me observa. Miro el cielo y veo un pequeño grupo de nubes que se desgarran en una pelea dentro corrientes de aire frío y caliente que se entrecruzan, casi puedo sentir sus átomos separarse con profundo dolor y oir el desgarro del tejido esponjoso. Sigo pensando en otras cosas. Cosas alegres, de la vida y siento que la felicidad crece por los rincones de mi cuerpo. Y siento paz.
La paloma sigue ahi, ya pasaron 20 minutos y no se ha movido. Junto a los galpones, donde las vías hacen un leve giro se ve asomar un tren a lo lejos. También dos hombres vienen caminando entre las siete vías de entrada a la estación, traen algo en las manos y caminan con una fría tranquilidad. Su sombra tiene algo extraño, parece artificial, simulada. Al pasar por debajo de la torre de señalización la paloma, súbitamente recupera el movimiento y vuela hasta perderse de mi vista, posándose mas allá del techo de los galpones.
El silencio reina en el ambiente, ya no se oye nada, solo el golpear de los pasos de esos hombres que ahora corren hacia mi con el cuchillo que brilla entre las manos.
Así como el asesinato de la utopía en manos de la razón fue un crimen orquestado y verdaderamente perfecto, una sinfonía de destrucción. La muerte de Funes también lo fue. Su prodigiosa memoria llegó a su fin teniendo como ultimo registro el rostro de sus asesinos, ahora ya perdidos entre las sombras, quizás para siempre. Lo cierto es que a Funes lo están velando en este instante. Funes está muerto, lo que significa que a mi también me queda poco tiempo. Esto no obedece a ninguna sospecha mía, sin embargo, por deducción, muerto Funes el siguiente en la lista soy yo, porque estas cosas funcionan así: siempre hay un siguiente. Contra la certeza de la muerte no puede hacerse mucho, solo esperar.
Si Funes está muerto, la memoria también, perdida en otras dimensiones usando todo lo acumulado en esta para construir maravillas mas allá de nuestra percepción. Por eso paso mis mañanas sentado en los bancos de la estación de tren a la espera de alguna señal, mientras el tiempo que me queda se diluye con el devenir del viento, mientras el sol de la mañana golpea contra mi cara, una sensación por demás agradable y dulce. Espero señales.
Hay momentos en los que el mundo suele brillar con una inusitada y sorprendente belleza, pareciendo que exclama ¡mirenme, esto soy yo!. Son pocos estos momentos mágicos, y muchas menos las veces que nos percatamos que está sucediendo en el mismo instante en que posamos los ojos sobre lo circundante. Sin embargo yo suelo ser bastante receptivo a este tipo de cosas. Recuerdo un hecho de mi infancia, cuando tenia ocho o nueve años. Vivía en ese momento cerca del mar y siempre luego del desayuno salia junto a mi hermana a caminar por la playa. Ese día, una mañana primaveral de octubre, no alteramos nuestra rutina y bajo el brillo de los primeros rayos caminamos bordeando el agua en compañía del pequeño foxterrier blanco y marrón que teníamos. Yo me sentía extraño, como si mi cerebro se hubiera desprendido de lo que lo fija al cráneo por dentro y se moviera libremente dentro mi cabeza. Sofía, mi hermana, iba quedándose atrás y su voluntad adolescente era superada por mi infantil entusiasmo. No supe por qué, ni en ese momento y mucho menos ahora, pero me detuve y empecé a hacer un pozo en la arena mojada, moviendola con mi pie izquierdo. Luego me agaché y empecé a utilizar mis manos, mientras Sofía me miraba desconcertada y el perro olfateaba el aire. A unos pocos centímetros de profundidad había una piedra gris, chata y llena de pequeños lunares de una tonalidad mas oscura, casi negra. Sin esfuerzo la desenterré, no era mas grande que la palma de la mano de un adulto. Mi hermana no decía nada , solamente me miraba; el perro contemplaba el mar. Esa piedra estaba caliente en relación con el ambiente. Si bien sostenerla en mis manos no me quemaba podía sentir su tibieza, y algo mas que no puedo explicar bien, era como si la piedra exhalara, sentía un cosquilleo semejante al producido por una leve respiración en mis manos. La piedra que respiraba tenia forma de corazón. Este recuerdo que al parecer no amerita mucho mas que sentido anécdotico hubiera sido solo eso, un recuerdo de infancia común y corriente, si no fuera por el hecho de que Sofía falleció esa misa noche. Había tenido una falla cardíaca. A partir de ahí, el mundo se cerró para mi. Y para abrirlo, empecé a mirar con mayor atención, a escuchar y a sentir de otra manera.
La noche que apuñalaron violentamente a Funes, yo soñé que participaba de un experimento en el que iban a hacerme adquirir todo el conocimiento que había en el mundo a través de una maquina. Comprendí al despertarme que esa era una forma de comunicación simbólica, como lo fue el encontrar la piedra con forma de corazón, y que todo ese conocimiento que iba a depositarse en mí era la forma de expresar que todo lo que guardaba en su memoria Funes iba a estar disponible. Cuando supe lo ocurrido entendí todo esto, y aunque no puedo asimilar toda su experiencia vital, algo de lo que había guardado, disponible en forma de energía, se había transmutado en mi.
Esta mañana, mientra velan a Funes, estoy esperando que pase el tiempo en la estación de tren. Sobre la torre señalamiento hay una paloma gris, grande, de esas que tienen manchas de color verde sobre los costados del buche. Está en silencio con la mirada clavada en mí desde que me sentí observado y la descubrí en esa tarea de vigilante. Permanece quieta, quietud agigantada por el movimiento de las nubes que pasan en dirección al rio y contrastan con la estaticidad del vigilante emplumado. No está con las otras aves que se amontonan sobre el anden buscando migas y colillas de cigarrillos, me observa. Miro el cielo y veo un pequeño grupo de nubes que se desgarran en una pelea dentro corrientes de aire frío y caliente que se entrecruzan, casi puedo sentir sus átomos separarse con profundo dolor y oir el desgarro del tejido esponjoso. Sigo pensando en otras cosas. Cosas alegres, de la vida y siento que la felicidad crece por los rincones de mi cuerpo. Y siento paz.
La paloma sigue ahi, ya pasaron 20 minutos y no se ha movido. Junto a los galpones, donde las vías hacen un leve giro se ve asomar un tren a lo lejos. También dos hombres vienen caminando entre las siete vías de entrada a la estación, traen algo en las manos y caminan con una fría tranquilidad. Su sombra tiene algo extraño, parece artificial, simulada. Al pasar por debajo de la torre de señalización la paloma, súbitamente recupera el movimiento y vuela hasta perderse de mi vista, posándose mas allá del techo de los galpones.
El silencio reina en el ambiente, ya no se oye nada, solo el golpear de los pasos de esos hombres que ahora corren hacia mi con el cuchillo que brilla entre las manos.
domingo, 30 de junio de 2013
Café
Ella
estaba preocupada por sentirse perdida. Sin recalcar mucho mis
palabras, como diciéndolas para mi mismo, y sin mirarla directamente,
observando por sobre su hombro le dije que ese no era el problema. Que
estar perdido no es mas que la oportunidad de volver a encontrar un
camino, y que debía tomarlo como una oportunidad. Recuerdo que se quedó
callada pensando y yo no dije nada mas. Esos minutos que pasaron
mientras estábamos en silencio, ese instante, sirvió para comprender que
una amistad estaba naciendo entre nosotros.
Volví a hablar, esta
vez para alabar las medialunas que servían en ese café. Ella dijo que
sí, pero su voz ya no sonaba como antes. Algo dentro de ella había
cambiado; en consecuencia, mi percepción de ella también lo había hecho.
sábado, 29 de junio de 2013
Extrañeza del Rio de la Plata.
Extrañamente te extraño mientras camino por las calles de la Ciudad Vieja.
Extrañamente te extraño.
También es extraña la motivación que me trajo hasta acá. Pero camino con la felicidad de estar encontrando un lugar, un ritmo, música en el aire.
Estoy dando muchas vueltas para decir y reconocer que lo que extraño en este momento son todos esos pequeños detalles que veía cuando reías, esos que suman mas que colores, letras y números.
Creo que tuve que venir hasta acá para descubrirme que te extraño. Decirme que hay cosas que me siguen gustando de vos. Todo por el Río de la Plata, ese que estaba presente cuando nos ausentamos y también ahora que seguimos ausentes.
Vine buscando una canción, unas fotos; pero también algo no tangible, no cuantificable, algo así como el amor que no es el amor. Pero ese que vive en el recuerdo, sobre cuya falta ahora escribo entre las lineas de un anotador. Mientras, el café pasa por la garganta, y las ideas se hacen en la cabeza con el material que le envía el corazón.
Empiezo a entender con el atardecer que este viaje va a ser importante para algo. Me resta comprender para qué. No quiero pensarlo, voy a esperar mientras me voy a buscar un lugar donde haya sol y pasto para sentarme a leer.
Quizás todo se diluya en medio del río y a la vuelta consiga desprenderme de extrañarte de esta manera tan rara.
Extrañamente te extraño.
También es extraña la motivación que me trajo hasta acá. Pero camino con la felicidad de estar encontrando un lugar, un ritmo, música en el aire.
Estoy dando muchas vueltas para decir y reconocer que lo que extraño en este momento son todos esos pequeños detalles que veía cuando reías, esos que suman mas que colores, letras y números.
Creo que tuve que venir hasta acá para descubrirme que te extraño. Decirme que hay cosas que me siguen gustando de vos. Todo por el Río de la Plata, ese que estaba presente cuando nos ausentamos y también ahora que seguimos ausentes.
Vine buscando una canción, unas fotos; pero también algo no tangible, no cuantificable, algo así como el amor que no es el amor. Pero ese que vive en el recuerdo, sobre cuya falta ahora escribo entre las lineas de un anotador. Mientras, el café pasa por la garganta, y las ideas se hacen en la cabeza con el material que le envía el corazón.
Empiezo a entender con el atardecer que este viaje va a ser importante para algo. Me resta comprender para qué. No quiero pensarlo, voy a esperar mientras me voy a buscar un lugar donde haya sol y pasto para sentarme a leer.
Quizás todo se diluya en medio del río y a la vuelta consiga desprenderme de extrañarte de esta manera tan rara.
Confesiones de Marte a Venus.
"Sexo- dije.- Eso es lo que queremos."
Guillermo Saccomano, Prohibido Escupir Sangre. Ed de la Flor, 1984.
El sexo es un arma, nuestro sexo. Es un arma de liberación, donde no hay heridos, donde dos cuerpos se unen en vez de desmembrarse, con el único fin que puede representar el placer. Por eternos momentos cada uno se representa en el otro, lo que se traduce en metamorfosis, en el cambio de cuerpos y la liberación de la mente. Es aprender que los dedos, la boca, la lengua pueden ser usados como puentes. Es entender como los cuerpos son la plataforma del deseo, del sentir, de todo lo negro y reprimido pero también de todo lo luminoso y puro que habita las profundidades humanas y las del alma. Y, simplemente, es la revolución, la disolución de las estructuras físicas y mentales que sostienen al Ser. No puede ser de otra forma, porque es nuestro. Y eso es todo y lo único que queremos.
A diferencia del amor, que es asimétrico, donde alguno siempre está por encima o por debajo en cuanto a sentimiento, y por ende a sufrimiento, el sexo nos iguala. Y a pesar de que vos no seas lo que busco ni yo lo que buscas, estos encuentros nos complementan en el delicioso caos de la imperfección. Quizás por esto, cada mañana al despertarme no estás, y el perfume del vacío que llevas en tu piel sea la mejor compañía para estos días de invierno. Tal vez existas para demostrarme que las cosas simples y profundas aun pueden existir cuando todo se vuelve de piedra y el solsticio da comienzo al frío sepulcral que será nuestro verano.
viernes, 28 de junio de 2013
La Novela Luminosa

...Seré breve, entonces: te amo, te deseo, me gustás mucho, me impresionas terriblemente. Desplazaste mi punto de equilibrio y es probable que me hunda irremediablemente. Pero al menos ahora tengo una sonrisa.
Muchas gracias, pequeña chica lista.
Chl significa, pues, chica lista. Y , en efecto, me hundí irremediablemente, tal como preveia mi hiperlucidez de ese momento."
Diario de la beca; La novela luminosa. Mario Levrero.
lunes, 24 de junio de 2013
El guardian entre el centeno
"Among other things, you'll find that you're not the first person who was ever confused and frightened and even sickened by human behavior. You're by no means alone on that score, you'll be excited and stimulated to know. Many, many men have been just as troubled morally and spiritually as you are right now. Happily, some of them kept records of their troubles. You'll learn from them - if you want to. Just as someday, if you have something to offer, someone will learn something from you. It's a beautiful reciprocal arrangement. And it isn't education. It's history. It's poetry."
The Catcher in the Rye, Jerome David Salinger.
Hay que pasar el invierno
- Rojo y negro, Stendhal.
- El viejo y el mar, Hemingway.
- Junkie, William S. Burroughs.
- Si esto es un Hombre, Primo Levi.
- El cuaderno rojo, Paul Auster.
domingo, 16 de junio de 2013
(Descontextos) Roland Barthes
"Es pues
un enamorado
el que habla
y dice:
[...]
La historia de amor (la "aventura") es el tributo que el enamorado debe pagar al mundo para reconciliarse con él.
[...]
Encuentro en mi vida millones de cuerpos; de esos millones puedo desear centenares; pero, de esos centenares no amo sino a uno. El otro del que estoy enamorado me designa la especificidad de mi deseo."
Roland Barthes, Fragmentos de un Discurso Amoroso.
un enamorado
el que habla
y dice:
[...]
La historia de amor (la "aventura") es el tributo que el enamorado debe pagar al mundo para reconciliarse con él.
[...]
Encuentro en mi vida millones de cuerpos; de esos millones puedo desear centenares; pero, de esos centenares no amo sino a uno. El otro del que estoy enamorado me designa la especificidad de mi deseo."
Roland Barthes, Fragmentos de un Discurso Amoroso.
sábado, 15 de junio de 2013
Somerset Maugham

Lo Mismo de Siempre - The Mixture As Before, W. Somerset Maugham.
lunes, 10 de junio de 2013
Espera
-Que
la inmensidad del tiempo fue una invención propia para justificar su
existencia. Eso es lo que trato de decirte-, dijo en un grito ahogado
por el odio. - Nunca nada de lo que puedan hacer perdurará; se mantendrá
algún tiempo sí, pero sucumbirá finalmente a la erosión de elementos
tan naturales como el viento, el agua y la arena.-
Luego de escuchar sus palabras se desvaneció con la corriente de aire que arrastró las hojas que ahora volaban frente a la mesa del bar. Hojas de roble, de álamo y de cipres que se contorneaban marcando un ritmo que parecía caos, pero que era el ritmo propio de las hojas flotando al viento. Volví a concentrarme en el libro. Seguí esperando que ella viniera dando sorbos al café y aguardando las señales del mundo circundante.
Luego de escuchar sus palabras se desvaneció con la corriente de aire que arrastró las hojas que ahora volaban frente a la mesa del bar. Hojas de roble, de álamo y de cipres que se contorneaban marcando un ritmo que parecía caos, pero que era el ritmo propio de las hojas flotando al viento. Volví a concentrarme en el libro. Seguí esperando que ella viniera dando sorbos al café y aguardando las señales del mundo circundante.
domingo, 9 de junio de 2013
Nada mejor
Nada mejor que el silencio compartido.
Nada mejor que los recuerdos distantes.
Todo junto
una noche y varios días. Con casas que flotan.
Y pequeñas confesiones que se pierden en la inmensidad del mar que nos separa.
Vos tan lejos y yo tan cerca. Como fantasmas amigos que no se hablan.
Que sienten la respiración del otro lejos,
por mensaje.
Nada mejor que la distancia. Lo que fue.
Para que un rompevientos nos olvide en secreto,
para que no hagamos viajes.
Para que no cortes tu cuerpo y arranques tibia piel del mio.
Para todo eso.
Nada mejor,
que un tiempo pasado.
Nada mejor que los recuerdos distantes.
Todo junto
una noche y varios días. Con casas que flotan.
Y pequeñas confesiones que se pierden en la inmensidad del mar que nos separa.
Vos tan lejos y yo tan cerca. Como fantasmas amigos que no se hablan.
Que sienten la respiración del otro lejos,
por mensaje.
Nada mejor que la distancia. Lo que fue.
Para que un rompevientos nos olvide en secreto,
para que no hagamos viajes.
Para que no cortes tu cuerpo y arranques tibia piel del mio.
Para todo eso.
Nada mejor,
que un tiempo pasado.
domingo, 2 de junio de 2013
El Destierro
Solo.
Un tiempo largo lleno de errores y de equívocos besos y equivocadas palabras.
Cuando el largo camino que se visualiza desde el presente, se ve, hacia atrás, lleno de cosas que duelen, es posible que dentro de todo aquello haya algo bueno, rescatable, impermeable al torbellino de emoción?
Siempre sentí que eramos dos planetas distintos. Pero, por qué no puedo olvidarte y dejarte? Siempre sentí que nuestro encuentro iba ser el encuentro común de un yo y un otro cualesquiera. Pero, por qué necesito que duermas al lado mio?.
Por qué, por primera vez en la vida me siento solo?.
Solo. En un destierro hacia otros lugares, pero siempre mirando hacia atrás. Descubro que la vida es seleccionar cosas que vamos a perder y luego recordar el tiempo que nos queda. Descubro que lo que me asusta no es la soledad, que yo siempre elegí; si no el vacío de no abrazarte.
Afuera llueve. El cielo está gris. Las nubes oscuras y espesas se mantienen inmóviles sobre los edificios. Miro la cama y no estas, tampoco puedo hablarte. La necesidad es un arma extraña. Justamente es a vos a quien quiero contarle o mostrarle cosas; y es de vos de quien quiero oír historias, esas raras y tan lejanas que se suspenden sobre tu nombre de seis letras con olor a sal.
Y pienso en Solzhenitsyn y sus archipiélagos. Y en como el destierro y el transiberiano, siberia, la nieve y el dolor dan forma a toda la literatura y el sentir. Y pienso en que son los últimos días en los que voy a extrañarte.
En el camino a tu destierro encuentro cosas interesantes. Cuadernos vacíos, libros que simbolizan mucho mas de lo que significan, hojas escritas arrancadas que cubren el suelo, árboles secos con ramas en punta que desgarran el viento y mucha oscuridad. Un bosque en la penumbra, donde algunas veces se oye el ruido de lo que sea que se haya adaptado a vivir ahí. Quizás sea algún latido. No quiero pensarte mas. El pensamiento es la forma en la que el cuerpo traduce a la razón el recuerdo y la ausencia. Nada mas. No quiero recordarte mas.
Solo la certeza de que nada de esto, en ningún momento fue capaz de importarte. Y la contrapartida de mi acción; el destierro.
Un tiempo largo lleno de errores y de equívocos besos y equivocadas palabras.
Cuando el largo camino que se visualiza desde el presente, se ve, hacia atrás, lleno de cosas que duelen, es posible que dentro de todo aquello haya algo bueno, rescatable, impermeable al torbellino de emoción?
Siempre sentí que eramos dos planetas distintos. Pero, por qué no puedo olvidarte y dejarte? Siempre sentí que nuestro encuentro iba ser el encuentro común de un yo y un otro cualesquiera. Pero, por qué necesito que duermas al lado mio?.
Por qué, por primera vez en la vida me siento solo?.
Solo. En un destierro hacia otros lugares, pero siempre mirando hacia atrás. Descubro que la vida es seleccionar cosas que vamos a perder y luego recordar el tiempo que nos queda. Descubro que lo que me asusta no es la soledad, que yo siempre elegí; si no el vacío de no abrazarte.
Afuera llueve. El cielo está gris. Las nubes oscuras y espesas se mantienen inmóviles sobre los edificios. Miro la cama y no estas, tampoco puedo hablarte. La necesidad es un arma extraña. Justamente es a vos a quien quiero contarle o mostrarle cosas; y es de vos de quien quiero oír historias, esas raras y tan lejanas que se suspenden sobre tu nombre de seis letras con olor a sal.
Y pienso en Solzhenitsyn y sus archipiélagos. Y en como el destierro y el transiberiano, siberia, la nieve y el dolor dan forma a toda la literatura y el sentir. Y pienso en que son los últimos días en los que voy a extrañarte.
En el camino a tu destierro encuentro cosas interesantes. Cuadernos vacíos, libros que simbolizan mucho mas de lo que significan, hojas escritas arrancadas que cubren el suelo, árboles secos con ramas en punta que desgarran el viento y mucha oscuridad. Un bosque en la penumbra, donde algunas veces se oye el ruido de lo que sea que se haya adaptado a vivir ahí. Quizás sea algún latido. No quiero pensarte mas. El pensamiento es la forma en la que el cuerpo traduce a la razón el recuerdo y la ausencia. Nada mas. No quiero recordarte mas.
Solo la certeza de que nada de esto, en ningún momento fue capaz de importarte. Y la contrapartida de mi acción; el destierro.
Un Medico Rural

Leer a Kafka es en cierta medida leer todo lo que se escribió después de él. No solo se encuentran respuestas a su escritura o continuidades argumentativas retomadas por otros escritores; si no que que es la esencia de la condición humana la que perdura trasmutada en la escritura a partir de Franz Kafka. No es posible entender la importancia para el mundo literario que tuvo la obra de Kafka únicamente leyendo El Proceso, La Metamorfosis o La Muralla China. Como en cualquier autor, es necesario leer toda su obra. Y en el caso de Kafka estos relatos operan como una ventana al mundo interno de uno de los mayores talentos literarios de todos los tiempos; a la vez que son una ventana al interior de cada uno de nosotros los lectores. Ni Kafka ni nadie puede hacerse cargo de lo que cada uno puede encontrar en estos fragmentos, que es solamente eso que necesita y se busca al momento de leer.
***
¡Cuanto poder de persuasión tiene el aire después de una tormenta! Mis méritos se me aparecen, y me abruman aunque no les ofrezco ninguna resistencia.
Voy caminando, y mi marcha va al ritmo de este lado de la calle, al ritmo del barrio. Por justicia, soy el responsable de todos los golpes a las puertas o sobre los tableros de las mesas; de todos los brindis, de las parejas de amantes en sus lechos, en los andamiajes de las nuevas construcciones, o las que están pegadas a los muros de las casas en las calles oscuras, o las que yacen en las otomanas de los prostíbulos.
Sopeso mi pasado junto a mi futuro, mas ambos me parecen magníficos. No puedo dar primacía a ninguno de los dos, y solo puedo hacer reproches a la injusta providencia que tanto me ha favorecido.
Pero cuando entro en mi habitación estoy algo pensativo, si bien al subir las escaleras no he hallado nada que justifique una reflexión. Poco me ayuda abrir la ventana de par en par, y que en algún jardín estén tocando música.
...
Porque somos como troncos de árboles en la nieve. Parece que están apoyados en la superficie, y que se los puede mover con un pequeño empujón. No, no es posible. Porque están firmemente unidos a la tierra.
Pero, atención, también esto es pura apariencia.
jueves, 30 de mayo de 2013
Proximamente
"El viento tiritaba impaciente en los árboles oscuros, y en algún lugar de la lejanía, detrás del horizonte, murmuraba en voz baja, enfadado, el trueno."
"Me levanté por la mañana con dolor de cabeza. Las emociones de la víspera estaban lejanas. En su lugar vino una perplejidad penosa y una tristeza que antes no había conocido. Era como si algo muriese en mí. "
"Fue una temporada extraña, llena de nerviosismo, un verdadero caos en el que sentimientos opuestos, pensamientos, sospechas, esperanzas, alegrías y sufrimientos se arremolinaban en un torbellino"
"La vida no se le aparecía como ese mar de olas tumultuosas que describen los poetas; se la representaba llana como un espejo, inmóvil, transparente hasta es sus oscuras profundidades."
Ivan Turguenev
"Me levanté por la mañana con dolor de cabeza. Las emociones de la víspera estaban lejanas. En su lugar vino una perplejidad penosa y una tristeza que antes no había conocido. Era como si algo muriese en mí. "
"Fue una temporada extraña, llena de nerviosismo, un verdadero caos en el que sentimientos opuestos, pensamientos, sospechas, esperanzas, alegrías y sufrimientos se arremolinaban en un torbellino"
"La vida no se le aparecía como ese mar de olas tumultuosas que describen los poetas; se la representaba llana como un espejo, inmóvil, transparente hasta es sus oscuras profundidades."
Ivan Turguenev
domingo, 26 de mayo de 2013
Lejos
Hace lejos
distantes en tiempo y espacio
se desencuentran los cuerpos
del uno y del otro.
Hace lejos
de momentos entrañables
y menos distantes
odios fecundos.
Hace lejos
cuando vivía en otro lado
y caminábamos
bajo el mismo sol.
Ahora lejos.
Y para siempre
lejos.
Cada vez mas.
distantes en tiempo y espacio
se desencuentran los cuerpos
del uno y del otro.
Hace lejos
de momentos entrañables
y menos distantes
odios fecundos.
Hace lejos
cuando vivía en otro lado
y caminábamos
bajo el mismo sol.
Ahora lejos.
Y para siempre
lejos.
Cada vez mas.
viernes, 24 de mayo de 2013
domingo, 19 de mayo de 2013
Some kind of hapiness
Además:
- Contraluz, Thomas Pynchon.
- Diario del Año de la Peste, Daniel Defoe.
- Un Medico Rural, Franz Kafka.
- El Capote, Nikolai Gogol.
- El Lecho de Procusto, Camil Petrescu.
- El Fin del Mundo y Un Despiadado País de las Maravillas, Haruki Murakami.
sábado, 18 de mayo de 2013
Lenguaje
Estuve sin salir durante tres días. Mi desapego del mundo es un ejercicio que me gusta hacer en momentos donde la presión del exterior me obliga buscarme en mis interiores. Quizás estén llenos de demasiados recobecos intrincados, laberintos explorados pero solitarios, lugares oscuros y llenos de humedad, pero son mis interiores, y aprendí a quererlos con el paso del tiempo. Imagino que de la misma manera debieron sentirse los presos en la torre del castillo, donde eran arrojados, alimentados y relativamente bien tratados durante la vida que los condenaba al encierro. Miro la torre del castillo desde mi ventana, presenta un brillo extraño como si al pensar en ella aumentara la capacidad para reflejar la luz del mediodía.
Supongo que mi situación de encierro, aunque voluntario, es bastante similar a la que pasaron hace doscientos años los reclusos. No importan los motivos, pero para la gran mayoría, la vida es un encierro constante frente a la incomprensión del mundo, quizás también frente a la incomprensión de los otros. En ese encierro muchos se lanzan al desenfreno de la vida, cualquiera sea la forma de vivirla; yo prefiero estar solo. Explorarme desde adentro, en una especie de práctica budista que no es budista, en una terapia psicoanalitica que no es psicoanálisis y en teorías que fracasan siempre ante la inexpugnable naturaleza interna de cada persona. Sin embargo esa es la forma en la que elegí gastar mi tiempo, y es la que me hace feliz.
Afuera nieva, pero eso no detiene a la gente, su murmullo, sus risas y gritos. Mucho menos detiene el paso del tiempo, el andar de los autos y los carros. Asomarme por la ventana me proporciona la vista de miles de chimeneas que arrojan humo y olor a leña quemada al aire. Y la nieve sigue cayendo, zigzagueando por el aire hasta depositarse sobre los techos, las calles y los rostros de esos miles que andan paseándose a pesar del frío. Hay tantos motivos para todo como personas en el mundo, y eso es irrefutable. No importa que las ciencias nos hablen de generalidades, leyes y predicciones. Cada instante, cada persona, cada pensamiento es irrepetible y aun en la mínima expresión hay un universo de diferencias respecto al inmediatamente siguiente, al próximo otro. Igual que cada cristal hexagonal que conforman los copos que caen del cielo.
Es tarde en el día, pero yo recién comienzo mis actividades. Desayuno y luego ordeno mis papeles. No tengo ganas de pensar. Ultimamente considero que hacerlo en exceso, lo mismo que sentir, es causa de mas males que placeres. Ayer hicimos el amor con mi mujer, a quien siento cada vez mas distante. Mis deseos de tener hijos chocan con la misma fuerza que en sentido contrario le dice no tenerlos. En esta batalla de voluntades transcurre nuestro matrimonio. Hoy la veo levantar la mesa. Es hermosa, compañera, buena amante; pero no la amo. Y no sé explicar por qué. Cuando se tiene todo lo que siempre se idealiza por delante y sin embargo no se ama como se soñó se está ante la representación del fracaso mas rotundo, la comprobacion de lo inútil de los pensamientos, las proyecciones y las idealizaciones. Es la prueba mas contundente de que todo lo que nos rodea es una construcción arbitraria que se transmite a través del lenguaje.
Salgo de la casa luego de las seis de la tarde, ya cuando las primeras luces de la noche se encienden y el ir y venir de los transeúntes mengua. Mi mujer se queda en la casa, ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que caminamos bajo un anochecer nevado tomados de la mano. Una pareja joven ríe y se besa mientras caminan mano con mano. La comparación me es irresistible y la hago. Cierto malestar, tal vez envidia, me obliga a maldecir a estos jóvenes pero no emito sonido. Apuro el paso y aprieto los puños de las manos que llevo dentro los bolsillos del abrigo. Me apunto mentalmente un descubrimiento: cuando me siento infeliz, la felicidad ajena me da rabia.
Nunca pensé que podía ser capaz de sentir envidia por una situación como la anterior. Repienso mis relaciones, la gran mayoría llenas de felicidad pero con finales abruptos. No encuentro el origen de ese sentimiento de rabia, así que estimo debe ser algo nuevo, producto del estadío de resignación respecto a mi matrimonio y la poco feliz vida que llevamos. Doblo en la esquina de Mainheim y St Luoverture. Ya no veo ni oigo nada. Alzo un poco la vista hacia los techos intentando ver el cielo que no puedo imaginar detrás de la niebla, el humo y las nubes. Quizás la luna esté del otro lado, quizás haya desaparecido.
Empiezo a sentir el frío que unas cuadras atrás había comenzado a subir por los dedos de mis pies. Ahora esta expandido en la medula de mis huesos, y sube silencioso y blanco, llegando ya a mi cadera, donde podrá llegar mas fácil al cerebro y apoderarse de mi. Entro en el bar y dejo mi abrigo y el sombrero en un perchero atestado de prendas. Me despojo también de la bufanda. La busco con decisión, con los ojos exclusivamente dedicados a verla entre el gentío parlanchín, alegre, imbécil. Está sentada en la misma mesa donde siempre me espera. Reparto unos saludos y miradas respetuosas a aquellas personas con la que me cruzo. El bar esta casi completo y solo hay dos mesas sin ocupar. Una mezcla de voces, ropas y personas se abalanzan sobre la barra; otros tienen conversaciones particulares sobre diversos temas. Hay mas hombres que mujeres, la mayoría mas jóvenes que yo. Quizás haya perdido la capacidad de relacionarme con personas mas jóvenes, pienso. Quizás eso es algo que no me importa, me respondo.
Llego a la mesa donde ella me espera. Es hermosa, como siempre, como ella. Apenas me siento, ella toma mi mano y empieza a hablar. Me cuenta lo difícil que es permanecer alejada de mí tanto tiempo. Que se siente incomoda con el tipo de relación que mantenemos. Que esta desperdiciando sus años de juventud con alguien como yo. Que conoció a alguien. El resto de las palabras que dice no las oigo, no las entiendo. Se han convertido en un ruido molesto que intento evitar llegue a mí. En vano le digo que lo piense bien, ella tiene ya la decisión tomada y nada de lo que yo pueda darle va a hacerla cambiar de parecer. En estos casos, es mejor actuar con templanza y no rebajarse ante las pasiones. Sin mucho para decir, pido una cerveza que tomo intentando pretender que ella no está, que no me hacen efectos sus palabras. Veo en sus ojos que está un tanto decepcionada, habría de esperar ver a un suplicante que intentara convencerla de dar vuelta atrás lo que ya tenia decido de antemano. Mis mas de diez años sobre ella me ponían a resguardo de caer en esas actitudes y aunque hubiera querido pelear contra su decisión, ya sabía lo fútil de esas acciones.
Nos despedimos con un beso en la mejilla y cada uno siguió su camino. Antes de que ella doble y la pierda en la esquina me doy vuelta. Es sorprendente como las ultimas imagenes de una persona quedan marcadas en la memoria. Al ver su cuerpo alejarse entiendo que esa impresión va a durar mucho tiempo en mí. Prendo la pipa que saco del bolsillo del abrigo. Ahora nieva con mayor intensidad, pero se ha desatado un viento helado que me amedrenta de seguir en la calle. Me toco la barba mientras fumo, es una especie de tic que descubrí hace poco. Mientras la nieve impacta con furia en mi rostro, sostengo la pipa con la mano derecha, con la izquierda me froto el mentón y la mandíbula. El viento hace correr las nubes que pasan a gran velocidad por sobre las chimeneas. También disipa la niebla y con gran entusiasmo descubro que la luna está, que no ha desaparecido. La veo suspendida en el cielo, pálida , observandome entre el claro que deja el vacío de las nubes. Algo extraño me sucede bajo la mirada lunar. Un escalofrío recorre mi cuerpo junto con la sensación de que el pasado, millones de años, miran dentro de mi ser y se asustan de lo que ven; y luego huyen sin llevarse nada.
Llego a mi casa y mi mujer está preparando la cena. La abrazo por la espalda, la beso y hacemos el amor. A punto de dormirme, luego, pienso en la joven que me dejó unas horas antes. - Es una lastima, digo en voz alta, estaba a punto de amarla-. Miro por la ventana de la habitación, por sobre el cuerpo desnudo, dormido y tibio de mi mujer. La luna está ahí, suspendida, mirándome. Tapo a mi mujer y corro la cortina. No puedo soportar su mirada.
Supongo que mi situación de encierro, aunque voluntario, es bastante similar a la que pasaron hace doscientos años los reclusos. No importan los motivos, pero para la gran mayoría, la vida es un encierro constante frente a la incomprensión del mundo, quizás también frente a la incomprensión de los otros. En ese encierro muchos se lanzan al desenfreno de la vida, cualquiera sea la forma de vivirla; yo prefiero estar solo. Explorarme desde adentro, en una especie de práctica budista que no es budista, en una terapia psicoanalitica que no es psicoanálisis y en teorías que fracasan siempre ante la inexpugnable naturaleza interna de cada persona. Sin embargo esa es la forma en la que elegí gastar mi tiempo, y es la que me hace feliz.
Afuera nieva, pero eso no detiene a la gente, su murmullo, sus risas y gritos. Mucho menos detiene el paso del tiempo, el andar de los autos y los carros. Asomarme por la ventana me proporciona la vista de miles de chimeneas que arrojan humo y olor a leña quemada al aire. Y la nieve sigue cayendo, zigzagueando por el aire hasta depositarse sobre los techos, las calles y los rostros de esos miles que andan paseándose a pesar del frío. Hay tantos motivos para todo como personas en el mundo, y eso es irrefutable. No importa que las ciencias nos hablen de generalidades, leyes y predicciones. Cada instante, cada persona, cada pensamiento es irrepetible y aun en la mínima expresión hay un universo de diferencias respecto al inmediatamente siguiente, al próximo otro. Igual que cada cristal hexagonal que conforman los copos que caen del cielo.
Es tarde en el día, pero yo recién comienzo mis actividades. Desayuno y luego ordeno mis papeles. No tengo ganas de pensar. Ultimamente considero que hacerlo en exceso, lo mismo que sentir, es causa de mas males que placeres. Ayer hicimos el amor con mi mujer, a quien siento cada vez mas distante. Mis deseos de tener hijos chocan con la misma fuerza que en sentido contrario le dice no tenerlos. En esta batalla de voluntades transcurre nuestro matrimonio. Hoy la veo levantar la mesa. Es hermosa, compañera, buena amante; pero no la amo. Y no sé explicar por qué. Cuando se tiene todo lo que siempre se idealiza por delante y sin embargo no se ama como se soñó se está ante la representación del fracaso mas rotundo, la comprobacion de lo inútil de los pensamientos, las proyecciones y las idealizaciones. Es la prueba mas contundente de que todo lo que nos rodea es una construcción arbitraria que se transmite a través del lenguaje.
Salgo de la casa luego de las seis de la tarde, ya cuando las primeras luces de la noche se encienden y el ir y venir de los transeúntes mengua. Mi mujer se queda en la casa, ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que caminamos bajo un anochecer nevado tomados de la mano. Una pareja joven ríe y se besa mientras caminan mano con mano. La comparación me es irresistible y la hago. Cierto malestar, tal vez envidia, me obliga a maldecir a estos jóvenes pero no emito sonido. Apuro el paso y aprieto los puños de las manos que llevo dentro los bolsillos del abrigo. Me apunto mentalmente un descubrimiento: cuando me siento infeliz, la felicidad ajena me da rabia.
Nunca pensé que podía ser capaz de sentir envidia por una situación como la anterior. Repienso mis relaciones, la gran mayoría llenas de felicidad pero con finales abruptos. No encuentro el origen de ese sentimiento de rabia, así que estimo debe ser algo nuevo, producto del estadío de resignación respecto a mi matrimonio y la poco feliz vida que llevamos. Doblo en la esquina de Mainheim y St Luoverture. Ya no veo ni oigo nada. Alzo un poco la vista hacia los techos intentando ver el cielo que no puedo imaginar detrás de la niebla, el humo y las nubes. Quizás la luna esté del otro lado, quizás haya desaparecido.
Empiezo a sentir el frío que unas cuadras atrás había comenzado a subir por los dedos de mis pies. Ahora esta expandido en la medula de mis huesos, y sube silencioso y blanco, llegando ya a mi cadera, donde podrá llegar mas fácil al cerebro y apoderarse de mi. Entro en el bar y dejo mi abrigo y el sombrero en un perchero atestado de prendas. Me despojo también de la bufanda. La busco con decisión, con los ojos exclusivamente dedicados a verla entre el gentío parlanchín, alegre, imbécil. Está sentada en la misma mesa donde siempre me espera. Reparto unos saludos y miradas respetuosas a aquellas personas con la que me cruzo. El bar esta casi completo y solo hay dos mesas sin ocupar. Una mezcla de voces, ropas y personas se abalanzan sobre la barra; otros tienen conversaciones particulares sobre diversos temas. Hay mas hombres que mujeres, la mayoría mas jóvenes que yo. Quizás haya perdido la capacidad de relacionarme con personas mas jóvenes, pienso. Quizás eso es algo que no me importa, me respondo.
Llego a la mesa donde ella me espera. Es hermosa, como siempre, como ella. Apenas me siento, ella toma mi mano y empieza a hablar. Me cuenta lo difícil que es permanecer alejada de mí tanto tiempo. Que se siente incomoda con el tipo de relación que mantenemos. Que esta desperdiciando sus años de juventud con alguien como yo. Que conoció a alguien. El resto de las palabras que dice no las oigo, no las entiendo. Se han convertido en un ruido molesto que intento evitar llegue a mí. En vano le digo que lo piense bien, ella tiene ya la decisión tomada y nada de lo que yo pueda darle va a hacerla cambiar de parecer. En estos casos, es mejor actuar con templanza y no rebajarse ante las pasiones. Sin mucho para decir, pido una cerveza que tomo intentando pretender que ella no está, que no me hacen efectos sus palabras. Veo en sus ojos que está un tanto decepcionada, habría de esperar ver a un suplicante que intentara convencerla de dar vuelta atrás lo que ya tenia decido de antemano. Mis mas de diez años sobre ella me ponían a resguardo de caer en esas actitudes y aunque hubiera querido pelear contra su decisión, ya sabía lo fútil de esas acciones.
Nos despedimos con un beso en la mejilla y cada uno siguió su camino. Antes de que ella doble y la pierda en la esquina me doy vuelta. Es sorprendente como las ultimas imagenes de una persona quedan marcadas en la memoria. Al ver su cuerpo alejarse entiendo que esa impresión va a durar mucho tiempo en mí. Prendo la pipa que saco del bolsillo del abrigo. Ahora nieva con mayor intensidad, pero se ha desatado un viento helado que me amedrenta de seguir en la calle. Me toco la barba mientras fumo, es una especie de tic que descubrí hace poco. Mientras la nieve impacta con furia en mi rostro, sostengo la pipa con la mano derecha, con la izquierda me froto el mentón y la mandíbula. El viento hace correr las nubes que pasan a gran velocidad por sobre las chimeneas. También disipa la niebla y con gran entusiasmo descubro que la luna está, que no ha desaparecido. La veo suspendida en el cielo, pálida , observandome entre el claro que deja el vacío de las nubes. Algo extraño me sucede bajo la mirada lunar. Un escalofrío recorre mi cuerpo junto con la sensación de que el pasado, millones de años, miran dentro de mi ser y se asustan de lo que ven; y luego huyen sin llevarse nada.
Llego a mi casa y mi mujer está preparando la cena. La abrazo por la espalda, la beso y hacemos el amor. A punto de dormirme, luego, pienso en la joven que me dejó unas horas antes. - Es una lastima, digo en voz alta, estaba a punto de amarla-. Miro por la ventana de la habitación, por sobre el cuerpo desnudo, dormido y tibio de mi mujer. La luna está ahí, suspendida, mirándome. Tapo a mi mujer y corro la cortina. No puedo soportar su mirada.
jueves, 16 de mayo de 2013
Espacio
A H.M., gracias.
Nunca contemplé un amanecer mas triste que aquel, aunque el sol explotando vertía de nácar naranja el río y los contornos de los edificios de la ciudad de pobres corazones que tanto odio. Como imagen estaba desteñida y tenía la falsedad estética de una foto retocada. También amanecen cubiertos de naranja los homeless a los que ella tanto teme. Estoy sentado en una mesa mirando el amanecer por la ventana mientras tomo mate y tengo la cabeza en blanco, no puedo pensar. Ella duerme en el cuarto. Oigo su respiración como si estuviera al lado mio. Me concentro en el salir del sol en un esfuerzo por poder centrar mi mente en algo. La resaca, las preguntas, las respuestas. Mala combinación para acompañar el vacío de la ausencia que va creciendo.
Una pregunta subyace e irrumpe en la escena. Suspiro e intento contestármela a mí mismo, decirla de la forma en la que pensé la respuesta unas horas antes, luego de comer y a pesar de estar desnudos en la cama.
Prosigo con mi monologo interior, el que considero necesario para poder esclarecerme a mi mismo qué es lo que siento, qué es lo que voy a sentir los próximos días cuando la ausencia se haga carne. Extrañamente pienso que lo que mas me gusta de ella es su cuerpo; cuerpo que duerme en el cuarto contiguo. Los cuerpos tienen la extraña característica de la metamorfosis: de un cuerpo individual pueden pasar a ser dos cuerpos en uno; luego pueden volverse objetos y llenarse de extrañeza y cosificarse al punto de no encontrar en ellos rastros de un individuo. Hace tiempo que solamente pienso que me gusta su cuerpo. Aun no sé en que punto de la metamorfosis está.
Suena su teléfono mientras ella duerme y yo miro sorprendido, con rastros del golpetear de la resaca, el primer amanecer que me despierta tristeza en mucho tiempo. Simbólicamente, me digo a mi mismo, estoy en un universo por el que nunca pasé, que es ajeno a mí y que sobrevolé circunstancialmente como esas sondas que para adentrarse en nuevos universos adquieren impulso en el campo gravitatorio de los planetas. Soy un alien, un cuerpo ajeno a este mundo en el que amanezco, y en el que solo tengo unas horas mas de continuidad.
Amor. Deseos, pulsiones, esperanzas; todo eso que puede llamarse amor. Ahora los estoy deconstruyendo en el proceso de pensar. Retomo ciertos hilos de mi pensamiento. En algún momento de esos juegos de búsqueda e imposición de límites, el todo fue reducido al cuerpo. El contacto, las caricias, las sonrisas, los planes, desaparecieron a medida que iba gestándose un cambio, el nacimiento de la incomodidad, el mal humor y el no poder crear, todas cosas opuestas al amor. La irracionalidad de pensar que si el amor es libertad, ponerle limites es amor. Quizás haya sido otra cosa.
La veo levantarse, caminar hacia donde estoy y pienso en por qué siento tristeza. ¿por qué a pesar de mis consideraciones sobre el no futuro de la relación, sobre lo muy diferente que somos, pensamos, hacemos siento que estoy perdiendo algo? ¿o es mi ego el que habla cuando responde que estoy perdiendo algo?. Quizás haya ganado algo, o haya ganado más de lo que perdí. Laissez faire , laissez passer.
Antes de intercambiar las primeras palabras y desayunar juntos, el amanecer y la resaca siguieron su camino en dirección al río Uruguay. En silencio miro por la ventana mientras ella es ella en silencio, como casi siempre el ultimo tiempo. Sigue siendo linda de alguna manera, pero de otra; me siento distante, ya fuera de su universo. Y siento la no fricción del espacio profundo.
El sentir se completa con una caminata en silencio, donde a pesar de caminar juntos cada paso dado nos distancia; el ultimo abrazo y despedida.
domingo, 12 de mayo de 2013
Sonata a Kreutzer
Pózdnyshev, el protagonista de este intenso relato, explica a un compañero de viaje las razones que lo impulsaron a matar a su mujer. A través de la narración de este personaje, Tolstói arremete contra la hipocresía de los valores burgueses, un velo de ilusión que apenas oculta las oscuras pulsiones y la violencia subyacentes en las relaciones humanas. El crimen de Pózdnyshev halla su expresión simbólica en los contundentes acordes iniciales de la Sonata a Kreutzer de Beethoven; interpretados en un salón burgués «entre damas escotadas», desatan un torbellino de fuerzas capaces de transformar el alma del oyente. La música actúa como el cuchillo del asesino: ambos rasgan el velo de las apariencias, abriendo una grieta por la que irrumpen potencias imposibles de controlar.
***
Y tras acercarme con sigilo, de pronto, abrí la puerta. Recuerdo la expresión de sus caras. Recuerdo aquella expresión porque me proporcionó una dolorosa alegría. Era una expresión de horror. Y eso era lo que justamente necesitaba. Nunca olvidaré la expresión de horror desesperado que asomó en las caras de ambos en el primer instante de verme. Él me parece que estaba sentado frente a la mesa, pero al verme o al oírme se puso de un salto en pie y se quedó petrificado de espaldas al armario. En su rostro se reflejaba una expresión de horror muy indudable. Y en la cara de ella también de dibujaba la misma expresión de horror, pero al mismo tiempo había algo más. Si sólo hubiese visto lo primero, tal vez no habría sucedido lo que luego sucedió; pero en la expresión de la cara de mi mujer, o al menos así me lo pareció a mí en el primer momento, había además disgusto, se la veía contrariada porque le habían interrumpido su devaneo amoroso y la felicidad que él le iba a proporcionar. Se diría que ella sólo quería una cosa: que no le impidieran ser feliz en aquel momento. Una y otra expresión duraron sólo un instante en sus rostros.[...] Por un segundo me detuve en la puerta con el cuchillo tras la espalda. Y en aquel instante el hombre sonrió y con un tono indiferente que rayaba en lo cómico, empezó diciendo:
- Ya ve, estábamos tocando...
- No esperaba que...- al mismo tiempo intervino ella en sintonía con él.
Ni uno ni otro acabaron la frase: la misma furia loca anterior que me invadió la semana anterior me volvió a dominar. De nuevo experimenté la necesidad de destruir, de atacar, de saciar mi ira, y me entregué a ella.
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