sábado, 7 de septiembre de 2013

Solaris

Soy malhumorado, caprichoso y me gusta demasiado estar solo. Soy bueno con aquellos que no lo merecen y malo o indiferente hacía otros que sí. He sido infiel mas de una vez, aunque me queda la tranqulidad de saber que no lo fui con aquella que amé hace varios años.

Soy egoísta, interesado pero también empatico y cortés. Buen amigo, sobre todo en las malas. Soy agnóstico, pero cuando tengo miedo creo en ciencia o en Dios. Soy idealista pero ante las desilusiones camino con mis pies sobre la tierra, generalmente alejándome de eso que propinó el golpe. Me gusta pasear por el campo y tirarme en el pasto haciendo que todo el resto de las cosas sigan su camino; pero me gusta caminar por la ciudad, ver su gente, salir en su noche. Fotografiar eso que no se ve.

Soy revolucionario pero tibio y políticamente correcto. Soy Europa y soy América Latina, teoría y practica, beso y abrazo. Mi militancia política asume una posición muy cómoda. Soy Tolstoi, Guerra y Paz; Soy Dostoievski, El Idiota. Soy Arlt, Borges y Cortázar, soy también el poeta desconocido y Baudelaire y Yeats y Joyce. Soy pueblo, molino, barro y la sonrisa de una infancia feliz. Soy folklore, chacarera, zamba, chamamé; tambien punk y rock. Y Pink Floyd

Me gusta en igual medida pensar y sentir. Renuncio facilmente o me embarco en cruzadas de imposible arribo a puertos seguros. Soy universal concreto y abstracto; universo y mínima expresión. Soy tal vez demasiado inseguro o demasiado ingenuo, pero el fuego arde dentro de mi convencimiento y voluntad. A veces puedo ser frío y distante y otras lo contrario. Soy quedado y no llego a hacer la mayoría de las cosas que pienso. Soy demasiado relativista y poco impulsivo cuando me juzgo a mi mismo; lo contrario cuando se trata de los demás.

Soy humano. Soy Ubik.

Por eso me es imposible no pensar. No puedo escapar a pensar que si no fuera capaz de lograr sentir y de hacer sentir a otro, nada en mi universo sería preponderante. Y es que pienso, cuando estoy a punto de dormirme con ella, que soy feliz ese instante y todo el trayecto que me llevó a su cama.

Soy esa risa que ahora escribo pensando en ella. 

Ficción y realidad coexisten, como los tiempos verbales que mutan, como las estaciones que cambian, como los corazones que laten en sincronía y los cuerpos transpirados que se abrazan. 

Soy vos. Soy yo. Y así , sigo caminando por el sendero de robles, con un libro bajo el brazo y un cigarrillo en los labios que tiene tu olor.



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