sábado, 29 de junio de 2013

Extrañeza del Rio de la Plata.

Extrañamente te extraño mientras camino por las calles de la Ciudad Vieja.
Extrañamente te extraño.

También es extraña la motivación que me trajo hasta acá. Pero camino con la felicidad de estar encontrando un lugar, un ritmo, música en el aire.

Estoy dando muchas vueltas para decir y reconocer que lo que extraño en este momento son todos esos pequeños detalles que veía cuando reías, esos que suman mas que colores, letras y números.

Creo que tuve que venir hasta acá para descubrirme que te extraño. Decirme que hay cosas que me siguen gustando de vos. Todo por el Río de la Plata, ese que estaba presente cuando nos ausentamos y también ahora que seguimos ausentes. 

Vine buscando una canción, unas fotos; pero también algo no tangible, no cuantificable, algo así como el amor que no es el amor. Pero ese que vive en el recuerdo, sobre cuya falta ahora escribo entre las lineas de un anotador. Mientras, el café pasa por la garganta, y las ideas se hacen en la cabeza con el material que le envía el corazón.

Empiezo a entender con el atardecer que este viaje va a ser importante para algo. Me resta comprender para qué. No quiero pensarlo, voy a esperar mientras me voy a buscar un lugar donde haya sol y pasto para sentarme a leer.


Quizás todo se diluya en medio del río y a la vuelta consiga desprenderme de extrañarte de esta manera tan rara.

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