jueves, 7 de marzo de 2013

Fitzgerald - borrador 1


Al pasado. 
Sin el cual,
No habría futuro.


*

Mi primer acercamiento en profundidad a Scott Fitzgerald fue esta edición que selecciona tres cuentos publicados entre 1922 y 1931.
La misma esta compuesta por tres cuentos: 
De regreso a Babilonia, Sueños de invierno y A tu edad.

La anterior idea sobre el autor, una prenoción, la hice en base a lecturas fragmentarias de su obra y a escritos varios sobre él. No quiero dejar afuera de esta reseña la particular frase " dame un héroe y te escribiré una tragedia". Si hay frases o pasajes de una autor que nos sirven a los lectores como imanes para inmiscuirnos en el mundo de sus obras, esta es es la que para mí obró como tal. También es palpable en el entramado de sus escritos, como si la tragedia fuera el punto de llegada de Fitzgerald.

El pasado, como hecho pasado o como la vejez son telones de fondo en estos relatos. En De regreso a Babilonia, Charly Wales, intenta dejar atrás su imagen de bon vivant parisino para recuperar a su hija que vive junto a la hermana de la difunta esposa de Wales. El pasado de fiestas y la responsabilidad por la muerte de su esposa, que se insinúa constantemente, representan los fantasmas de tiempos anteriores que no dejan libre a Wales. El cuento parece decir que no importa lo que un hombre intente hacer para reivindicarse, su pasado, lo que los otros consideran su pasado, es irreversible. El detalle, en marcado contraste, entre el Paris de los tiempos de fiesta de Wales y el de su presente es descrito por Fitzgerald de una forma en la que el lector mismo extraña con añoranza las fiestas hasta la madrugada y las alocadas excentricidades que ocurrían en Paris en los años veinte.

Sueños de invierno es la historia del ascenso de Dexter Green. Desde un adolescente caddy en un campo de golf que se congela en invierno, hasta ser uno de los hombres mas ricos de EE.UU.. La tragedia, como en estos tres cuentos, Fitzgerald se asocia a una hermosa mujer de la que Green, que posee todo lo que puede querer, cae presa de sus juegos. Judy Jones, se llava el mundo por delante y enamora a todo hombre que cruza mirada con ella. Mr Green no queda exento de este hecho, y la historia transcurre en medio de la tensión por un final que se sabe esperado por la lógica de la razón pero que el corazón combate para torcer. Como en la vida en muchos caso, saber el final retorcido de algo no es un impedimento para adentrarnos en una historia como las de Fitzgerald.  En algún punto en estos relatos no importa ni el comienzo ni el final, si no aquellos infinitos medios que van acaeciendo y son los verdaderamente significativos. Si la analogía puede corresponderse a la vida, hay que encontrar la respuesta en Scott Fitzgerald.  


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