jueves, 23 de febrero de 2012

El Tiempo


El tiempo es hoy uno de los bienes mas preciados. Toda nuestra vida gira en torno de su aprovechamiento, el rescate de su olvido y lo incierto que cubrimos con un paño de esperanza. No es solo un cliché modernista eso de que el tiempo es oro.


Lo que sabemos es que Prometeo robo el fuego para dárselo como regalo a los hombres. Después, fue encadenado a una roca donde un águila comería sus entrañas por la eternidad de los días. En cambio el regalo del tiempo es algo que no se conoce.


Las civilizaciones antiguas hablan de peleas entre los dioses y de humanos tomando parte en estas. Una leyenda cuenta que en uno de estos conflictos de una magnitud que nunca podremos imagina, un grupo de hombres que se habían perdido dentro del palacio de Crono encontraron un cofre con inscripciones extrañas que no podían comprender. Aprovechando la distracción de la batalla, tomaron lo que creían era un tesoro y huyeron. Pensaron que estaban haciendo algo por su aldea; no comprendían que cambiaban la historia y el tiempo a cada paso que daban. Cuando abrieron el cofre en una llanura cercana un viento helado se desplazo, haciendo que los naranjos se inclinaran en violentos movimientos. Luego la escena pareció congelarse por un momento. Algunos hombres sintieron miedo. Otros desazon por no haber riquezas dentro del cofre robado. Esa noche fueron a dormir con una sensación extraña, inexplicable y nueva para ellos.


Los dioses luego del combate bebieron vino y la ninfas los deleitaron llevándoles alimento y sus cuerpos. Tardarían en descubrir que el cofre con la percepción del tiempo faltaba. ¿Que podrían hacer los humanos, frágiles criaturas, débiles de cuerpo y con alma incompleta, si ni siquiera sabían interpretar las escrituras?


Crono explicó que en lo único en lo que se vería afectada la vida de los humanos por la niebla del tiempo sería en unos pocos cuantos asuntos. Decía Crono que alcanzarían la capacidad de explicar su presente a través del pasado, del que se aferrarían cuando interpretasen que su presente debía ser otra cosa. A la vez el porvenir seria el receptáculo de algo que los motivase en sus tristes y vacías vidas. Se crearían mas barreras aparte de las que ellos les impusieron, oscilarían siempre entre pasado y futuro. Y terminaba explicando que eso los  haría esclavos de ellos mismos, lo que siempre quisieron los dioses en su temor a ser superados. 


Algunos pensaron que la cuestión no ameritaba la poca preocupación que transmitían las palabras de Crono. Zeus, Hades y Poseídon, sus hijos, consideraban que estaban dando un regalo a los humanos, algo que podría perjudicarlos. Ahi empezó la conspiración contra Crono. Como resguardo enviaron a la tierra objetos circulares que indicaban el paso del tiempo. Profetizaron que sería un cepo mas donde los hombres anclaran sus vidas, sus ritos, todas sus decisiones. Crecerían y crearían su cultura con el epicentro en la idea del tiempo, que se agota, que continua: siempre pensando en un momento que no es el presente. Algunos de estos dioses crearon custodios, vigías de las ataduras invisibles, precaviendo de aquellos, algunos pocos, que verían lo absurdo de rendirse ante algo que es producto de ellos mismos, de su propia creencia.



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