sábado, 14 de enero de 2012

El hombre de Igushtia (2)


Diario de viaje de VT.Igushtia

Entrada 2:


Todo esto en un mundo donde manda la libertad. Resulta paradójico que cuando se abrieron las puertas de las leyes económicas de occidente, en las repúblicas soviéticas estos panoramas apocalípticos escapaban al ciudadano común. Mas bien eran reservadas para las películas del genial Tarkovski o para la imaginaciones de la prensa internacional dedicada a mostrar las miserias de la URSS en lugar de ver las también abundantes propias. Irina solía decirme que las personas estamos tan cegadas por lo que deseamos que somos incapaces de ver la miseria que esa búsqueda nos genera.


Hoy hable a Moscú. En Igushtia ya no hay teléfonos desde que estalló el conflicto, así que tenemos que buscar un punto donde haya cobertura. Hablé con Misha y Alexander. Dios, como quiero a mis hijos y extraño a mi esposa.

Mañana vamos a ir con Piotr. Dicen que un pueblo cercano hay testigos que vieron los movimientos extraños de 1938. Tenemos fuentes que dicen que después del traslado a Siberia en 1930 fue exonerado en secreto y vino a vivir aquí. Según nos contaron la condena a muerte y el fusilamiento fueron una cortina para que no se hablara de un régimen blando o de marcha atrás de Stalin. A pesar de todo mi entusiasmo quiero permanecer el día bajo techo sin hacer nada. No se si es la edad pero tengo fuertes deseos de dejarme llevar por una corriente de viento y volar libre. Anhelo tener en los que quizás sea el comienzo de la recta final de mi vida ninguna responsabilidad. Debe ser curioso que un viejo anhele la libertad cuando todo lo que hizo en su vida fue luchar contra ese deseo.

No me cae bien Sigurov. Es una persona que me repugna en lo mas profundo de mi ser. A pesar de ser nacido en la negra Sverdlovsk ha desarrollado un comportamiento que definiría cercano a aristocraticozarista. La estudiante de economía que trabaja para la fundación que aporta el dinero para esta investigación comparte conmigo esta opinión. Creemos que Sigurov, este personaje despreciable, tiene conexión con las mafias de Igushtia. De todas formas, no podemos hacer mucho, es el contacto que nos dieron en Cторінка. Él contactó con Piotr y habían hecho ya todas las reservas de modo que al momento de llegar ya estaba todo arreglado. Solamente podemos actuar como títeres en una zona que visitamos por primera vez. Quizás sea una metáfora para lo que es la vida.

Estoy muy profundo y eso me disgusta bastante. Es por Igushtia. Hay algo acá, o mejor dicho, no hay nada. Y la soledad suele ser desencadenante de las negruras de nuestros interiores. Pero ya no se ni lo que hay dentro mio. Estoy borracho o algo loco. Puede ser que las dos cosas.

Tengo que escribir sobre mi mujer. Si es verdad lo que decía (ya no recuerdo si Thomas Mann o Henry Miller) así podre sacarme de encima sus recuerdos.


VT



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