domingo, 16 de octubre de 2011

Theres must be someway out of here (said the joker to the thieff)**

- Si, es así .-  Le decía mientra se miraban.

Ella bajó la vista a la botella de cerveza que estaba entre ambos.

- No sé, creo que uno nunca se pone a pensar en estas cosas. Es un momento, no se a partir de qué, pero en ese momento desapareció. No hay vuelta atrás. Intenté, pero no me pasa lo de antes. Por eso te digo que lo mejor es terminar acá.-, dijo él con el convencimiento que le otorgaban horas de meditación, horas en busca de las palabras justas que minimizaran el devastador desenlace de una temporada en el amor.

Ella no dijo mucho mas a partir de ese momento. Preguntó algunas veces si había otra, cosa que el desmintió molesto.

Después se abrazaron en un banco de una plaza que estaba cerca del bar donde se terminaba el mundo compartido. Los dos vivían mas o menos cerca. Se dio la angustiosa situación de la vuelta en el mismo colectivo. 

Él estaba del lado de la ventanilla y ella, triste, le agarraba la mano y le preguntaba por como seguirían las cosas, si lo podía llamar, si seguirían siendo amigos. El miraba por la ventana, y respondía. Extrañamente ambos se sentía libres. La sensación de haberse sacado un peso de encima para los dos.

Cuando llegaron a donde bajaba él; ella preguntó si podía pasar a buscar las cosas por la casa y de paso despedirse de su familia. El dijo que no, mas adelante se las llevaría.

La imagen de los dos quedó en mi retina. Los dos se miraban, como en esas escenas de las películas en donde el enamorado ve a su amante mientras el tren arranca y el corre por el andén. Así.

Seguí escuchando Bob Dylan, mientras ojeaba una revista y pensaba en lo que estaba viendo. A pesar de que siempre uno vuelve a enamorarse, y vuelve a ser feliz. Los momentos de ruptura no dejan de ser mas fuertes. Por lo menos lo sabia yo por mi experiencia. 

Me bajé al final del recorrido. Seguía pensando en como eran los momentos en los que simplemente te dicen con palabras adornadas que no te quieren mas. Que raro momento. Uno con el tiempo aprende a sentir cuando se acerca la temporada del abandono, pero nunca está del todo preparado para sobrellevarlo. Es como que te digan que Monzón te va a pegar, que te cubras. Pero el golpe te noquea aunque lleves protección  y Monzón ya no viva mas. Es inevitable.

Despues de comer, imaginaba como sería la noche para cada uno de ellos. Yo terminaba de cenar e iba seguir leyendo la revista que leía en el colectivo. Ella que estaría haciendo?. Quizás seguía llorando tratando de entender la multiplicidad de los por qués. Él tal vez estaba arreglando la salida del sábado por MSN o Facebook. Ambos ya se habrían borrado mutuamente de las redes sociales.

No podía dormir. Abrí el MSN y busque alguna chica con la que hablar. No había nadie conectado. Me levanté y escuché el sonido de mis propios pies yendo hacia la heladera. Mi pie izquierdo hacia un crujido al pisar. - Tengo que cambiar la lampara de la heladera y pintar las manchas de humedad-, dije en voz alta.

Fui a ver que tenía para leer. No mucho: Gente, Caras y Caretas, Barcelona. En la tele tampoco había nada, aunque eso no me llamaba la atención. En algún canal de deportes había un partido de la B de Italia. Lo vi hasta que termino. Los de azul habían perdido con los de rojo y la gente los escupía y les tiraba cosas. El ejemplo mas grande del triunfalismo que copa lo deportivo, pensé.

Eran las 4 de la mañana así que no dormí. Tampoco tomé la pastilla para forzar el sueño. En dos horas tenia que levantarme para ir a trabajar, así que seguí de largo.

En el colectivo yendo para el trabajo dormí algo, y también cruce la mirada y le sonreí a unas chicas que miraron para otro lado. Mis ojeras llegaban al piso. Llegue tarde y tuve que aguantar una charla con mi jefe, su mal humor y la mala cara de este y de mis compañeros que me decían que no valoraba al grupo. 

A la tarde volví leyendo una revista. Tomé un café y dormí unas horas así que tenia el suelo cambiado otra vez. No cené y me quede ordenando algo el departamento. Después vi unas películas en internet. 

** Escrito gracias a Bob Dylan y La Chica de la Luna, que me prestaron creatividad. Gracias APTRA

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando te recargues avisame que te voy a pedir los cables!