sábado, 8 de septiembre de 2012

Metáfora

Hay cierta luz en la negrura de sus ojos; una ventana a los colores de su corazón. Es la metáfora de su mundo, uno lleno de colores que nunca podré ver mas allá de lo que dejan ver las chispas de sus pupilas. Y quizás sea mejor así, es una insensatez combatir el destino como hacen aquellos que pasan la vida intentando negar que la muerte espera. 

Hay cierta calma en el roce de su mano que guardo en mi memoria. Seguirá almacenada por unos años para tener con qué comparar lo nuevo que comience. Las ilusiones muertas no revivirán pero serán transformadas en recuerdos de posibles mundos que no fueron. Y evocaré cada una de ellas con una sonrisa.

Hay ciertas flores en su risa que agradezco haber visto y olido. Serán las sensaciones de un paisaje, quizás el mas hermoso que contemple, antes de que todo se reduzca al túnel.

Hay ciertos puñales en su lengua y los colores van desapareciendo. Ocultas tras los pilares del sentido, en la profundidad de las sombras, acechan desalmadas creaciones, mentiras y enigmas. Se acumulan y esperan el momento para ser dichas y hacer blanco. 

Según Goethe, la luz es el canon de la belleza. No se puede negar la belleza, ni siquiera la luz o los colores aun en los momentos mas terribles. Como el mismo Goethe gritó en su lecho de muerte: ¡luz, mas luz!.

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