sábado, 29 de septiembre de 2012

Levrero

"Somos inteligentes: hemos fracasado en el amor"


***

El violento oficio de escribir depende de muchas cosas. Quizás y para la clase gente que escribe de la forma en que yo lo hago, sea una cuestión acumulativa. Es necesario que pase algo por dentro mio para que se transforme en alguna cosa, en otra cosa, o pueda camuflar lo irracional de mi inconsciente (lo que desea que escriba) en algo que yo pueda darle forma, tanto para mí como para quien lee, y que de esa forma se cierre un circulo.

Estoy dándome cuenta de que, al no tener nada dentro mio(ahora), sufro de la falta de claridad a la hora de escribir. Fumo mucho, engordé y cierta ansiedad antes no sentida me arrebata momentos del día (estuve monitoreado con un holter por complicaciones de mi arritmia). También  estoy quedándome pelado. Discuto mucho con mi mujer, lo que también me da la pauta de que hay algo que no anda bien.

Como decía  no tengo nada dentro mio. Ese "algo" que antes hacia que escribiera sobre su sonrisa ya no está. Creo que Ella lo alejó y lo sigue haciendo. Por mas que me diga que no lo hace, lo siento en sus actitudes. Y aunque Ella no es mi mujer, la amo. Realmente pensé muchas veces en que, y no puedo evitar pensar en lo telenovelesco de esta frase, Ella era Ella. Y lo sentía así. No se si decir que eso era amor (amor siento por mi mujer). Era otra cosa. Era la remota posibilidad de la pareja, la compañera con la que pasar momentos de la vida. Alguien a quien yo entendiese, y Ella lo hiciera conmigo. Lo que parece tan simple, pero a la vez es tan difícil en las relaciones de pareja. Complementariedad.

Escribí muchas veces sobre Ella, algunas veces se lo decía mientras le acariciaba los lunares de la espalda; otras ni se imagina. Era inspiradora su sonrisa, sus ojos, sus orejas; el solo verla. Y que Ella se fijase en mi, a pesar de todo, era una verdadera oleada de sentimientos y sensaciones que me llenaban de alguna manera. Y eso, supongo, hacia que pudiera escribir cosas que superaban lo que yo considero mi limite (me considero un escritor muy mediocre por cierto). Ella sabe que yo escribía así por Ella.

Así que la perdida es doble; perdida por Ella, porque sentía cosas que nunca imagine que podría sentir y también por mi creatividad y mi sentido literario (obviamente a esta altura es lo que menos me importa). 

Entonces, al perderla a Ella, perdí el pasado que paso ser uno lleno de recuerdos que no pueden ser; el presente, al deteriorarse mi salud y mi creatividad; y el futuro, sabiendo que nunca voy a poder superar mis limites creativos, pero mas importante, sabiendo que sin Ella no voy volver a sentir eso.

Lo interesante del caso, es saber que hay que seguir con los sueños a pesar de las limitaciones. En algún sentido (en todos) Ella es única e irremplazable para mi, pero acepto el reto que significa una vida para encontrarle un nuevo significante (el significado me corresponde a mí). Como le digo a mi editor cuando me presiona para escribir, necesito enamorarme otra vez. Ya se que con Ella escribía así, quizás sea necesario, entonces, escribir de otra manera. 
Y aunque para ella sea un pelotudo (le doy parte de razón). 

Ella, es Melpomene, musa del teatro que lleva en sus manos la mascara de la tragedia (en el sentido griego) y es como la vida misma, "se halla rodeada de fortalezas, armas y laureles y a su arrogancia se une la tristeza de la soledad, se la representa apoyada sobre una maza para indicar que la tragedia es un arte muy difícil que exige un genio privilegiado y una imaginación vigorosa."

 








viernes, 28 de septiembre de 2012

El discurso vacío


"Aquello que hay en mí, que no soy yo, y que busco.
Aquello que hay en mí, y que a veces pienso que
también soy yo, y no encuentro.
Aquello que aparece porque sí, brilla un instante y luego
se va por años y años.
Aquello que yo también olvido.
Aquello próximo al amor, que no es exactamente amor;
que podría confundirse con la libertad,
con la verdad
con la absoluta identidad del ser
y que no puede, sin embargo, ser contenido en palabras
pensado en conceptos....."

jueves, 27 de septiembre de 2012

Critica de la razón pura


Se encrespa en la tiniebla el viento
con gran ruido de alejar.
No hay en mi pensamiento
más que no poder parar.

Parece que el alma tiene
sombras en donde sopla el crecer
de una locura que viene
del deseo de comprender.

Rabia en la tiniebla el viento
y no puede liberarse.
Preso estoy del pensamiento
como el viento está del aire.

(Fernando Pessoa)

domingo, 23 de septiembre de 2012

The Killers

Cosas de monos


Durante mucho tiempo los simios dominaron la tierra, construyeron una sociedad basada en la meritocracia, el individualismo, la division estamental y magnificaron su falsa conciencia de clase. Creyeron ser los dueños de todo un territorio disponiendo de los medios de producción y de la disponibilidad de fuerza de trabajo. Cuando los medios físicos de coerción dejaron de ser vistos como efectivos, recurrieron a la persuación de los aparatos ideológicos del Estado de la selva que su clase ostentaba.

Recelosos de su condición se volvieron conservadores impidiendo desde dentro las alteridades que podían rivalizar, e incluso mejorar las condiciones en el territorio que dominaban. Tejieron amplias redes con simios de otras latitudes, ideologías y religiones que compartian sus mismas necesidades de status quo, llamados pactos intraoligarquicos, para cimentar su dominación.




Su carencia de sentido histórico los lleva a llamar revanchismo todo intento de reinterpretar la historia. Esto se debe a que las bases de su legitimidad , las de su discurso y sus practicas, están seriamente comprometidas. Concientes de que su poder simbólico está en juego, toda reinterpretacion es revanchismo u odio irracional hacia ellos. Siendo conservadores hacen honor a esta palabra: la historia es una sola y todo intento por repensarla en otros términos es errado. Existe para ellos una sola verdad, ellos simios. Así, lo que no eligen ellos es una dictadura que merece ser reemplazada en un coup d'État legitimo y popular.

Pero su conservadurismo y falta de sentido histórico no solo actúa como se dijo. También les impide ver el bosque del que son dueños. Están sentados sobre las ramas mas frondosas de los mas grandes arboles y nadie salvo ellos mismos van a moverse de ahí. Viendo la situación objetivamente ocupan todas las posiciones de poder que puede llegar a haber, tanto en el Estado de la selva como en el sector privado de la selva. Y sin embargo se sienten recelosos y temeros de perder su estatus. Desde ya que el mismo Estado de la selva es un árbol lleno de estos simios. Es decir, ningún gobierno simio va a cortar la rama del árbol donde se asienta su propio poder. A lo sumo, que es lo que motiva el levantamiento de los gorilas y chimpancés situados en las ramas de la derecha del frondoso árbol general,  se da un ejercicio de cambio de roles. Los monitos que antes tenían privilegios y han engordado fueron desplazados por una camada nueva que, si se quiere, cumple la misma función. Ninguno de la especie piensa cambios profundos, no se dispone una revolución que incluya reforma agraria, poder a los soviets y muerte a la puta oligarquía. Pero la falta de análisis de estos graciosos animales hace que cualquier intento de modificación del sistema del bosque, por inocuo y estéril que signifique para las condiciones estructurales, sea algo malo. 

A partir de cierto momento, las suposiciones históricas, ideales colectivos no siempre verdaderos afloran y un grupo simiesco acusa al otro de clientelismo. Según esta combativa facción el reparto de bananas es el único medio de legitimidad de un gobierno que fue elegido por mayoría absoluta. Este fantasma viene arrastrándose desde la formación del Estado de la selva, cuando los gorilas de sombrero de copa restringían el voto para evitar este tipo de males. Ellos fueron siempre muy activos recurriendo a las brigadas de mandriles golpistas en varios momentos para redirigir el rumbo incorrecto que había tomado la democracia.

Hay cierta condición sospechosamente naive en los petitorios de los simios diestros, o aquellos que adhieren a sus reclamos, lo que para este cuento es lo mismo. Las consignas devienen en un reflorecimiento del pensamiento positivista, aquel del famoso orden y progreso, y son: el ideal de una sociedad armoniosa, donde no hay  conflicto, confrontación, delincuencia; donde todas las personas son libres de hacer lo que quieran; donde todo permanece inmutable y por sobre todo, en la que los bienes y privilegios de una clase no se tocan. Desgraciadamente esto es falso para la ciencia política, la sociología, la filosofía y la historia. Pero se mantiene como una fe que se resigna a perderse en la niebla del tiempo, como los gorilas que aun entre la niebla de la modernidad, agitan sus cacerolas bajo el reclamo de libertad.












jueves, 20 de septiembre de 2012

El idiota cultural


o la accion de la estructura/sociedad/objeto/hecho social sobre el individuo/agente/actor/sujeto.


Los trabajos de Harold Garfinkel, aparecen como una ruptura con las ideas del Estructural-funcionalismo de Talcott Parsons las cuales,consideraban al actor como un "idiota cultural" que sólo "actuaba" de acuerdo con normas que le eran impuestas.

La Mancha

lunes, 17 de septiembre de 2012

Hace lejos*


Sombras que sueño
Antiguos besos
Barracas al sur

En tiempos del email
mensajes en una
botella de cerveza
garabatos
nada de nada
viento y arena

Ofrezco necesidad
Dentelladas al corazón
Noche en la luz
Inquietudes diversas

No siento el cuerpo
que me aplasta para el amor
Hace lejos
Pesadillas de manual
con abrazos imposibles:

Vuelvo a encontrarte en un tren
para perderte again
en la estación siguiente

Estás muerta
y esto es irrefutable
o gorda con ruleros
viendo crecer hijos
que no me pertenecen

Estás en un sitio final
e inalcanzable

Hace lejos
Mejor
Es Buenos Aires.

*Reynaldo Sietecase

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Pregunta



¿Habrá algo más esencial y necesario que nubes esponjosas blancas, cielos azules, árboles que brotan en diminutas hojas, y vientos que despeinan al caminar?


domingo, 9 de septiembre de 2012

El pasajero

Al salir de Austria caigo profundamente dormido. Sueño con ella, quien parece regresar como el cuervo de Poe para atormentarme. Estábamos en la cama, con aires de superioridad las palabras salían de la boca cansada de besar unos segundos antes. Ella transmitía esencia floral, tan real como pasajera, así como en la naturaleza misma. Todo su cuerpo  se sincronizaba en violentas puntadas que su lengua daba. Como las cosas mas importantes ella no tiene dueño, aunque a veces cuando me abraza me confiesa que quiere tenerlo, que realmente se siente vacía y sola pero que nada mas me lo va a decir a mi. Cargar con ese peso, con ser el objeto en el cual ella deposita sus secretos se vuelve por momentos intolerable.  A veces me pide que le haga cosas que me da pudor solamente pensarlas, cosas que están mal, que no sabia que podían hacerse pero yo las hago, se las hago. Entrar en detalles morales no es mi intención, quizás todos pudiéramos ser mas felices sin tener esas cosas dándonos vueltas por la cabeza. Ella fuma  y aspira cocaína, entre tantas cosas que hacen daño a su vida. Le valoro su fuerza de voluntad para probar cosas que yo nunca hubiese hecho. 

Despierto.A medida que avanza el tren las imágenes de ella comienzan a desvanecerse. Van sucediendose en hileras recuerdos un poco mas cercanos que tienen que ver con mi estadía en Austria y con el telegrama que llevo en mi bolsillo. Tampoco olvido las circunstancias de mi trabajo . Ser asesino es algo que nunca pensé en convertirme, pero, en definitiva, la vida es la diferencia entre lo que queremos ser y lo que somos.

Hablando un poco de mi debo decir que estudíe astronomía en Konigsberg. Cuando el Ejerctio Rojo invadió la cuidad cambiaron el nombre y la bautizaron Kaliningrado. Aquellos que teníamos ideas contrarias al totalitarismo stalinista debimos exiliarnos, enterrar nuestro ser bajo el pesado manto de la desmemoria y la añoranza. Acumulé un odio terrible hacia todos los comunistas a partir de ese entonces. Debía dejar la ciudad que para mi representaba todo, mis recuerdos, los ideales, la belleza y un porvenir como profesor en la Universidad. Tuve que dejar la ciudad a los 31 años, era 1945.

 Mi apellido, Vasiliev, deja en claro que mi ascendencia es soviética. Soy hijo de Lev Mihalovich Vasiliev, un trabajador ferroviario de Kazan que se instaló en Prusia en 1905 asustado por el levantamiento e intento de revolución fallida. Con el miedo de las represalias y unos libros a cuesta mi padre abandonó su patria a los 18 años. Llegado a un nuevo país rápidamente se integró en la comunidad gracias a su conocimiento del uso de herramientas y el alto grado de instrucción que poseía a pesar de la poca formación escolar que había recibido. Era de esos hombres que suplían la carencia de su educación con esfuerzo y practicidad. Mi infancia transcurrió en un pueblo rural, en una casa de piedra como las hay millones en el mundo, aunque nunca conocí a mi madre.  Según me enteré una vez fallecido mi padre yo había sido producto de un amor de temporada , mi padre me crió por su cuenta. Nací un 20 de julio de 1914, el año que daba comienzo al siglo XX y se enterraban los anhelos de paz y de progreso de la humanidad. No haber tenido hermanos hizo que me criara prácticamente solo y a la edad de once años empecé a trabajar junto a mi padre para pagar el alquiler de la casa donde vivíamos. Mis primeros acercamientos con las estrellas se remontan a esa época. Volviendo a casa siguiendo el sendero del ferrocarril miraba la luna, algunas veces redonda y brillante; otras sombría, desafiante y con aires espectrales. Mi padre me habló cierta noche de Julio Verne y de la historia del viaje a la luna. Me dijo que cuando hubiéramos aprendido lo suficiente del espacio, podríamos habitar la luna y otros planetas, incluso viajar a estrellas muy lejanas. A partir de ese comentario mi fascinación por los planetas fue creciendo. 

Por los altoparlantes se anuncia la llegada a Rosenheim, es la ultima parada antes de llegar a Munich. Miro mi reloj, estamos viajando puntualmente. Ojalá la vida fuera tan exacta como la medición del tiempo. Pienso en algo que me parece un sinsentido y a la vez es cierto, si no hubiera nacido yo en estas circunstancias, sería otra persona. El ultimo paisaje que veo antes de cerrar levemente los ojos es el de las montañas con laderas verdes y picos nevados. Imagino los dientes de león que por miles crecen en esas laderas, las millares de abejas que las polinizan y las sonrisas de los chicos y jóvenes que juegan y se besan sobre el pasto bajo las nubes. Cuando los vuelvo a abrir, ya en la estacion, los soldados estadounidenses están apostados esperando que bajen los pasajeros. Tomo mi bolso, el abrigo y camino para descender del tren.


sábado, 8 de septiembre de 2012

Supersuckers

Metáfora

Hay cierta luz en la negrura de sus ojos; una ventana a los colores de su corazón. Es la metáfora de su mundo, uno lleno de colores que nunca podré ver mas allá de lo que dejan ver las chispas de sus pupilas. Y quizás sea mejor así, es una insensatez combatir el destino como hacen aquellos que pasan la vida intentando negar que la muerte espera. 

Hay cierta calma en el roce de su mano que guardo en mi memoria. Seguirá almacenada por unos años para tener con qué comparar lo nuevo que comience. Las ilusiones muertas no revivirán pero serán transformadas en recuerdos de posibles mundos que no fueron. Y evocaré cada una de ellas con una sonrisa.

Hay ciertas flores en su risa que agradezco haber visto y olido. Serán las sensaciones de un paisaje, quizás el mas hermoso que contemple, antes de que todo se reduzca al túnel.

Hay ciertos puñales en su lengua y los colores van desapareciendo. Ocultas tras los pilares del sentido, en la profundidad de las sombras, acechan desalmadas creaciones, mentiras y enigmas. Se acumulan y esperan el momento para ser dichas y hacer blanco. 

Según Goethe, la luz es el canon de la belleza. No se puede negar la belleza, ni siquiera la luz o los colores aun en los momentos mas terribles. Como el mismo Goethe gritó en su lecho de muerte: ¡luz, mas luz!.