jueves, 1 de diciembre de 2011

El hombre de Igushtia

El viento congela los dedos y la punta de la nariz. Solo unos pocos hombres se atreven a salir hoy. Segun oimos en la radio, es uno de los días mas fríos del año y un frente de aire congelado avanza desde la frontera de Georgia. Nuestro guia, Piotr, nos pregunta si en verdad estamos dispuestos a realizar el viaje. Le decimos que si, y, con aire de resignación, Piotr bebe vodka y gesticula negativamente.


Volamos desde Moscu a Georgia y estamos ya en Igushtia, una pequeña región desconocida en medio del caucaso. Es una Chechenia a menor escala, que no aparece en los diarios, no genera ventas, no merece la atención y por eso la vida de las personas vale menos que otras partes del mundo. Aquí el conflicto también adquiere tintes religiosos, siendo los musulmanes perseguidos al igual que en muchas ex repúblicas soviéticas. Sin embargo, los buscadores de noticias nunca tropiezan con el nombre Igushtia. Ni siquiera nuestra presencia aquí tiene que ver con la guerra.


Para contextualizar, Igushtia tiene ahora a Sergei Ivanesevich como gobernante. Es un tecnocrata pro ruso ortodoxo. Es un secreto a voces en Moscu que Ivanesevich "fue nombrado" para ganar las elecciones y realizar la limpieza que esperaban en el Kremlim. Pero es resistido por la mayoría musulmana nacionalista. A pesar de que la situación es mas estable ahora que hace 15 años, cuando estalló el conflicto en medio de una atroz crisis económica - 20 % de la población murió por falta de alimento y gas - una calma tensa y pegajosa, humeda como el calor del trópico, flota en el aire. 


Recorrer las calles nos genera un sentimiento de vacuidad, de ser seres inhumanos. Desolación , falta de esperanza, la absurda muerte de banquete, enfermedades y niños muertos o muriendo tirados en las calles. Pequeños cuerpos convertidos en estatuas de hielo que nos recuerdan lo miserable de nuestra condición.Y silencio. Mucho silencio y un viento que nos cala los huesos. El silencio que nos permite decir que la salvación de algunos depende de la moda de otros.


Continuará...

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