lunes, 31 de enero de 2011

Mitologías

Prometeo no tiene la culpa de que las cosas vayan mal entre los hombres. Hoy el fuego que el regaló se expande aniquilando vidas humanas y animales, destruyendo la naturaleza.Tampoco es de él la culpa que los amantes ya no se quieran. Ese fuego no depende de combustibles y oxidantes en el sentido estricto de la química moderna.Echarle la culpa del calentamiento global es un sinsentido. Quizás es culpable de algunas purificaciones. Pero bueno, eso corre por cuenta y gracia de los hombres.

El buen Zeus, disfrazado de vaca, persigue doncellas por los prados. Lo hace, aunque son extrañas las veces que se encuentra con bellas féminas. Por lo general, recorre los campos desorientado por los pesticidas, huyendo de las avionetas que los rocían sobre los monstruos alterados genéticamente. Mas de una vez equivocó el rumbo y terminó esperando su marcha al frigorífico en un sucio feed lot de engorde.

Ares y Hades dieron inició a un lucrativo emprendimiento. Hoy sus empresas están distribuidas por todo el globo y cotizan en alza en todas las bolsas. Ares siembra y vende armas y Hades cosecha y se queda con los muertos. Están pensando en ampliar, la oferta supura a la demanda.

El Minotauro es dueño de un multimedios. Está chocho de la vida: lleva mas gente a su laberinto que en la época de la Grecia clásica. En sociedad con Medusa, disponen la agenda diaria de los noticieros. Tienen una productora que hace programas de entretenimiento para toda la familia.

Narciso tiene una agencia que impone la belleza a todos. El problema es que todos quieren parecerse a el. Por medio de la ciencia, y a un precio módico, muchos consiguieron ser iguales exteriormente. Narciso rebaja los precios constantemente. Entre los derechos, él considera que ser lindo es el mas importante.

sábado, 29 de enero de 2011

Shoot to thrill Victoria!

Esperá, antes de que te vayas quiero decirte que esto me duele mas a mi que vos, dijo y las palabras retumbaron en el pasillo. Él hizo una pausa y dio vuelta sobre sus pasos. La contempló unos segundos. Las manos de ella estaban temblorosas y se las frotaba mientras agachaba la cabeza al no poder soportar el cruce con la mirada de él. Pensó en decirle algo, pero a esas alturas toda palabra carecía de sentido. Se dió vuelta lentamente y caminó hacia la puerta, al tiempo que buscaba sus auriculares en el bolso.
El pasillo, que era único testigo de aquella ceremonia, se expandió y las paredes se desvanecieron. De pronto la distancia se hizo mas grande al no mediar objetos entre ambos.Las baldosas blancas y negras configuraban el paisaje y todo aparentaba ser un gran tablero de ajedrez. Peones, caballos y reyes habían desaparecido. Solo ellos estaban jugando la partida.
Mientras él se separaba cada vez mas dándole la espalda, ella quedó pensativa. Reflexionando, metió una mano en su pollera. Debajo, tenia escondida un arma. La prenda multicolor, cálida por el roce de su cuerpo contrastaba con el negro y frío acero de la muerte. Bang! Disparó. Bang Bang!otras dos veces. Siguió gatillando pero no había mas balas en la recamara.
Del otro lado, las balas hicieron impacto en la cabeza, el pecho y las piernas. Cuando caía pudo observar el feliz rostro, sombrío y sin culpas, de su asesina. Ella lo disfrutaba y sonreía satisfecha. El mundo comenzó a oscurecerse. La sangre se empezaba a detener en todos los rincones del organismo. La vista se nublaba. Cayó. Primero de rodillas, para después desplomarse. Temblores cada vez mas fuertes empezaron a recorrerle el cuerpo y el gusto metálico de la sangre inundó su boca. Apenas pudo ponerse boca arriba. El disparo en la cabeza no había sido certero, aun podía razonar y moverse. El que lo estaba abandonando era el corazón, fatigado y con un impacto de bala que lo dejó condenado a muerte.
A medida que se desangraba en el piso, ella se acercó jugando con el arma. Se la pasaba de mano a mano y la giraba, como solía ver en las películas de cowboys. Sin rodeos, apoyo el cañón de la pistola en la frente y le dió el tiro de gracia.
Esto me duele mas a mi que vos, dijo, y la metralla rompió el cráneo.

miércoles, 26 de enero de 2011

Haití



Las calles pavimentadas de sangre que hicieron los Duvalier, Papa Doc y Baby Doc, ahora son cubiertas por moribundos de colera, hospitales de campaña donde van a morir miles de haitianos, y cascos azules y administrativos de la ONU. Los dictadores dejaron el país antes de 1990. Casi veinte años despúes Haití sigue siendo el enclave de pobreza del continente. La ayuda humanitaria nunca llega como debe, en el caso raro de que no se pierda antes en los cajones burocraticos o en las gargantas de los habladores de discursos.
Mientras, la gente hace tortillas con barro y sal para sobrevivir. Un grupo de famélicos y huesudos son retratados por fotográfos que poco tienen que ver y mucho por fotografiar. El presidente electo en la ultima elección que no fuera sospechada por fraudulenta, un ex sacerdote tercermundista que intentó acercarse a Fidel Castro y Hugo Chávez, está exiliado y su partido proscripto sin ninguna razón. El Baby Doc, cuyas fuerzas parapoliciales asesinaron y aterrorizaron, siguiendo los lineamientos que le dió su padre al delegarle la presidencia a los 19 años, tiene luz verde para volver al país. El guiño complice lo da la comunidad internacional de la mano de politicos locales. La gente parece ser que busca el menor mal conocido. Así la mayoría aprueba la vuelta del dictador bebé.
Si la muerte esta ensañada con esta isla trópical, por algo debe ser. Nunca se perdonó a Haití por haber sido una de las primeras colonias americanas en conseguir la emancipación de su metrópoli, junto con la herejía de proclamar la igualdad y abolir de hecho la esclavitud (cosa que los jóvenes EE.UU. no hicieron) . Si Toussiant Louverture hubiera imaginado el precio a pagar por ser los primeros en poner en marcha la maquinaria de la emancipacion en la tierra de la libertad de comercio, quizá no la hubiera encendido nunca. Tambien la historia fue dura con él: en muchas imagenes se lo hace blanco y vestido como noble.
Hoy los haitianos tienen sentencia de muerte, de pobreza y de sufrimiento desde nacimiento. Habría que preguntarse por qué las catastrofes de estos tiempos, climaticas por ejemplo, siempre pesan sobre los mas debiles, esos que ya estan condenados de antemano. Por ahi Nietzsche no erró , y Dios realmente ha muerto hace tiempo. Lo cierto es que el hombre escribe los guiones ante la ausencia de alguien mas, y a la vista de los hechos, siempre son los mismos los indios muertos en los tiroteos con los vaqueros.
¿Cómo se explicaría a un haitiano el por qué de su situación?. No podría lograr entender que es por el sistema capitalista mundial, o por lo menos sería muy complicado explicarle e intentar que comprenda que se escriben tesís sobre lo que pasa en la isla. Tampoco sería la respuesta que le gustaría escuchar. Aunque decirle que a nadie le interesa lo que pasa en Haití, mientras no se vea compremetido el ritmo de vida de los otros tampoco sería una contestacion razonable. No sería muy elegante tampoco decirle a un chico haitiano que cruzando las aguas hay otro mundo donde algunos de su edad tienen que recurrir a especialistas porque llevan exceso de calorias en su alimentacion y padecen de sedentarismo.
Chacales hambrientos con anteojos de sol negros y armas automaticas, sobresalen por encima de una mayoría vestida con harapos y promesas que no se cumplen. Las mayorias no solo deben soportar el hambre y el ostracismo, tambien son huerfanas de democracia. Los políticos desconocen su práctica. Aunque no es es para más, pasa lo mismo en la mayoría de los países de la región que fueron, y son, suelo donde se estrellan las bombas de la propaganda que decreta la democracia económica, pero no política y social. Como América Latina en su conjunto, la isla es un laboratorio donde se practican doctrinas económicas contrarias a las que promulgan: no hay redistribución, sino concentración; no hay empleo, sino inflación y fuga de capitales; no hay estabilidad, abundan las crisis que ponen de rodillas gobiernos y muertos pobres en los ataúdes.
Viendo el lado positivo, toda crisis es una oportunidad de negocio: ni los huérfanos haitianos escapan del marketing. Hay oportunidad también para las empresas extranjeras encargadas de la reconstrucción, la seguridad y el control. Lo fundamental es mantener a los desahuciados a raya, porque los pobres, se sospecha, tienen vocación de insurrectos. Todos pueden llevarse una porción de torta, que no es la de barro que se come en las calles. Esta torta se amasa en las oficinas de los organismos y suele dejar un color verde sobre los dedos.
Que pena por los condenados, que de tan condenados perdieron la esperanzas y aclaman al tirano. Que pena que haya escasez de revoluciones, de rebeldía, de inconformismo en un continente que es hijo, aunque no reconocido, de la emancipacion haitina. Que tristeza por Haití, que parece esos viejos abandonados en geriátricos a los que ya nadie va a visitar.