domingo, 21 de marzo de 2010

Life´s changing to shadow...on the turning away

Isaías habla poco, debe tener unos diez años. Es de esos chicos que no tuvieron infancia. Junto con su madre, Antonia, abandonaron su pueblo natal para ir, no a la capital de su país, si no a otro. Llegaron a Argentina cuando él tenía 5 años en busca de oportunidades de una mejor vida, huyendo de un marido golpeador y de una sociedad que no los valoraba.
Isaías me dice que los chicos en el colegio no quieren jugar con el, que le dicen que se vuelva a su lugar. Antonia cuenta que trabaja en una casa de familia en un country del Gran Buenos aires. También dice que le pagan menos porque no es cama adentro. Se levanta a las cinco de la mañana, prepara a su hijo para el colegio, lo deja en la casa de una vecina para que lo lleve y sale para el trabajo. Atraviesa en su camino todo el paisaje urbano, desde barrios carenciados a barrios exclusivos, para llegar y preparar el desayuno para sus empleadores. Ahí también prepara para el colegio a los chicos, pero no son hijos suyos. Lo hace por 5 pesos la hora.
Antonia le plancha las camisas al directivo de una empresa. También le lleva el desayuno a la cama a su mujer. Ellos no se levantan tan temprano como Antonia. Ella piensa que tienen suerte porque tienen coches y no tienen que caminar por calles de barro para poder ir a trabajar. Luego dice que sin esfuerzo no se consigue nada. Durante el día limpia, lava, plancha, cocina. A las diez de la noche, después de preparar la cena, vuelve para su casa. Pasa por la casa de la vecina y busca a Isaías. Le prepara la cena y lo ayuda con la tarea del colegio. Se queda abrazándolo hasta que finalmente él se duerme. A la noche limpia, lava, plancha, cocina. Me cuenta que cuando su hijo llora y le dice lo que pasa en el colegio, ella se queda sin dormir acariciándolo en la oscuridad hasta que el despertador le dice que tiene que empezar con el próximo día. Para ella no hay sábados, domingos ni feriados.
Es alto el precio que pagan por querer una vida mejor.

sábado, 20 de marzo de 2010

Sweet Jamaica

Hoy me imagine que te estudiaba una mañana. Estabas acostada, dormida en un colchon en el piso, rodeada de cajas embaladas. Habia libros desparramados, apilados, que cubrian gran parte de las baldosas del cuarto. Tambien estaba por ahi mi maquina de escribir y tu Reflex. Veia una mesita improvisada y de esas tacitas de colores que tanto te gustan. Yo te miraba sentado en el piso con las piernas cruzadas tomando mate. Te despertaste, me miraste y me dijiste : Sos un nerd. Me gusta eso

jueves, 18 de marzo de 2010

Ridin' with the King

El blues tiene esas cosas que uno no sabe que son.Un-no-se-que-que-que-se-yo.Hay gente que la pone triste, la aburre, la hace pensar... podria escribir muchas sensaciones mas. Pero lo que caracteriza al blues, lo que hace que el blues sea blues, es a mi cada vez mas humilde entender, que es musica descendiente directa de esclavos. Cuando escucho a B.B King, a Muddy Waters, John Mayall... -tambien otra lista intermible...- imagino que en el cuadro de Delacroix las cosas son diferentes. La Libertad tiene voz carrasposa, es morena y agita una Stratocaster (puede ser otra) en lugar que la bandera de La France. Y por cada acorde que escuchamos ganamos un milimetro de libertad.
Sigue haciendome sonreir escuchar blues. Que nunca cambie eso.

sábado, 13 de marzo de 2010

Charles Bukowski

Vivir de cubos de basura

El viento sopla fuerte esta noche
Y es viento frío
Y pienso en los chicos
De la calle.
Espero que algunos tengan
Una botella de tinto.

Cuando estás en la calle
Es cuando te das cuenta de que
Todo
Tiene dueño
Y de que hay cerrojos en
Todo.
Así es como funciona la democracia:
Coges lo que puedes,
Intentas conservarlo
Y añadir algo
Si es posible.

Así es también como funciona
La dictadura
Sólo que una esclaviza
Y la otra destruye a sus
Desheredados.

Nosotros simplemente nos olvidamos
De los nuestros.

En cualquier caso
Es un viento
Fuerte
Y frío.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Tomemonos un tiempo astral

Un día el Sol discutió con la Luna. Milenios y milenios de convivencia pesaban sobre las espaldas del dios de la vida. La Luna, ternura femenina, muchas veces indecisa e insegura, rompió el silencio: confesó que había tenido aventuras con Júpiter, con Marte y con su amiga Venus, prima lejana del astro rey.
El Sol enfurecido por la traición, herido en su orgullo de centro del sistema solar, escupió verdades: por sus largos brazos había pasado Europa. También Miranda y Pandora. No dijo nada de Caronte, Titán y Fobos. La Luna lo sabía, sus damas de compañía, algunas de las estrellas más cercanas, se lo habían contado.
La noche de la pelea el universo se estremeció por primera vez. El Sol enfurecido maldijo a su esposa y la condenó a vagar sin más luz que su pálido y triste rostro salpicado de cráteres, ojeras y demás marcas de violencia solar.
La Luna quedo triste, de ahí en más quedo sepultada en la condena de no ser reconocida. De ahora en mas sería un cuerpo errante a la espera de ser aceptaba por algún punto del cosmos. Nunca recibiría nombre propio, seria simplemente un denominador. La Luna sería una luna condenada al olvido.
Pero antes de irse cerró un pacto con quien fuera su más fogoso amante y confesor, Venus. Ella y dos amigos, Marte y Mercurio encadenaron al Sol mientras dormía y juramentaron que iban a dar la vida si con eso evitaban que siguiera haciendo de las suyas, hiriendo a otras como Luna. Así pago Venus por las noches de fuego y alegría que Luna le había dado en secreto. Así pago el Sol, quedo atrapado para siempre al flanqueo de sus guardianes. Venus y Luna tuvieron su último encuentro. Luna ya había sido tentada por un pequeño planeta azul, Minerva. Luna dejo a Venus pero fue una despedida de dos amantes felices por lo vivido y no tristes por lo que se perdieron. Minerva recibió a su amada con los brazos abiertos y le dio un lugar a su lado, protegiéndola de los peligrosos intentos de dañarla que el Sol desde su encierro irradiaba.
Luna sale a pasear con Minerva cada vez que su ex esposo duerme incomodo en su mazmorra. Son muy Felices.

martes, 2 de marzo de 2010

Amar en dias tormentosos

Quedamos en que me esperaba en un café de la Avenida de Mayo. Siempre iba a ese lugar cuando salía de la redacción. Ese día, me acuerdo, estaba lluvioso y con mucha humedad, pero ella estaba esperándome impecable. En cambio yo llegue tarde, mojado y desarreglado. Cuando me vio llegar me sonrió en un gesto mezcla de compasión por mi estado y a la vez de risa por mi vergonzante presencia que desentonaba con la quietud del decorado caoba del bar. Después de una charla bastante entretenida le dije que estaba cansado y mojado, lo que era obvio para ella, que si no quería ir para algún otro lado. Fueron eternos los segundos que tardo en contestarme. Sentía como si de repente las gotas que golpeaban la vereda y explotaban en forma de racimo infinito de gotas más pequeñas, se hubieran detenido. Fueron segundos intermibles donde todo desapareció del mundo y solo quedé yo, expectante a lo que esos labios rojos dirían. – Mira, no tenia pensado hacer nada hoy. Esta feo. ¿Vamos a tu departamento?-, dijo. Y después de escucharla todo retornó a su habitual velocidad, el mundo volvió a ser mundo. Creo que si ella no me hubiera hecho la propuesta hubiéramos dado algunas vueltas, se habría aburrido e ido a su casa. Menos mal que no lo hizo, pensaba mientras veía su espalda blanca envuelta entre las sabanas. Ahora dormía a mi lado mientras la peor tormenta del siglo caía sobre Buenos Aires inundándolo todo. Ese día, mientras en el exterior se debatía sobre el clima y las inundaciones, mientras sirenas y truenos emanaban de cualquier punto; nosotros nos pasamos el día entero en la cama. Entre caricias y besos ya se había hecho sábado. Y se hizo domingo también.

lunes, 1 de marzo de 2010

Amaneceres correntinos

Refrito (mientras escucho Frusciante) del Gran Capitan

"La gente al costado de las vias sale de sus casas. Sale de sus ranchos, de cualquier lugar donde esté. Se bajan de los autos en las barreras para verlo pasar, para admirar esa formacion celeste y blanca de 17 vagones. Muchos saludan a su paso. Quizas recuerdan viejas epocas, añorando cuando el tren llevaba y traia noticias y esperanzas.
Desde arriba seguramente se ve un inmenso coloso de metal queriendo sobresalir y ser mas importante que el mar de verde soja que baña sus orillas. La postal aerea se completa con el colorido y el aroma de la tierra negra entrerriana y la colorada misionera.
Cada pueblo que dejamos atras tiene su historia que el tren intenta resucitar. Esta enfermo y a cada paso se escuchan los quejidos. Sin embargo, fiel a su espiritu noble intenta dar la sensacion de comodidad, a pesar de sus espamodicos y aletargados movimientos. En el rumor del aire acondicionado parece sentirse la respiracion de un valiente Don Quijote en busca de sus molinos de viento".