domingo, 22 de mayo de 2011

Bruma

La ciudad amaneció brumosa. Una cortina de millones de gotas casi imperceptibles al tacto impedian que los rayos del sol alcanzaran el cemento. No se proyectaba sombra sobre ningun objeto esa mañana. El ritmo vertiginoso que se imprimian los habitantes hacía caso omiso a este fenómeno. Era un día como cualquier otro.
En los parques, una suave brisa acompañaba el recorrido de las hojas que caian de los arboles y los que dormian en ellos sentían sobre sus rostros trazas de aire caliente, los ultimos que vendrían en el año. Se avecinaba un invierno crudo, advertian los diarios ese mismo amanecer.
En las casas y departamentos, miles de relojes sincronizados con la hora oficial señalaban las 7 de la mañana. Maquinistas de trenes y choferes de colectivos se preparan para introducir en las entrañas de la ciudad a los contingentes provenientes de los suburbios que amanecer tras amanecer marchan semidormidos a sus trabajos.
Miles de relojes sincronizados, tambien, marcan entre las 8 y las 9 de la mañana el ritual de entrada a sus trabajos para cumplir con religiosidad el rito de las 8 horas y pico. Cantidades similares de cafeina consumidas al unisono en distintos puntos inconexos de una ciudad sin sol; hojas de calculo y softwares corporativos iniciando en el mismo momento, mientras los bocinazos piden clemencia con los que llegan demorados a la ceremonia.
El ritual se repetía igual que el día anterior, la única diferencia era que la bruma le daba un aspecto mas gris a la ciudad. Las modas demandan que los colores vivos se queden en los percheros y el gris y negro son mayoria en las calles

2 comentarios:

Jimena dijo...

Ritual. Tantas cosas en la vida son rituales. El hombre se acostumbra a ellos.

Unknown dijo...

Ritual es tambien un disco de Los Piojos